El cruceño Aldo González (impulsión de bala), Ángela Castro (20 km marcha), Vidal Basco (5.000 mp), Jorge Fernández (10.000 mp) y Edith Mamani (3.000 c/obs) conquistaron las medallas de plata; mientras que Ronal Quispe (50 km marcha), Irma Vila (10.000 mp), Yessy Apaza (3.000 c/obs), Jhoselyn Camargo (3.000 c/obs) lograron las preseas de bronce.
Impulsar la vida
Aldo González impulsó su entrenamiento hasta conquistar la medalla de plata en los Juegos Suramericanos.
El atleta cruceño no recibió apoyo económico para su preparación y, al igual que una gran mayoría, tuvo que repartir su tiempo entre sus trabajos y su entrenamiento.
González, pese a las vicisitudes por las que atravesó, no defraudó a Bolivia y volvió a colgarse una medalla en unos Juegos Suramericanos, esta vez una de plata.
Su meta ahora es llegar primero a los Juegos Panamericanos Lima 2019 y cerrar su carrera deportiva en los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
González espera que más empresas privadas puedan sumarse para que alcance sus sueños y seguir dejando en alto el nombre de Bolivia.
Marcha a la meta
Ángela Castro superó mucho para poder convertirse en la mejor expositora de la marcha atlética de Bolivia. Su último gran logro fue la medalla de plata en los Juegos Suramericanos.
Cuando era bebé, los médicos le informaron a sus padres que, debido a un problema (displasia) en las caderas, no podría practicar deportes. Sin embargo, varios años después demostró que no sólo podía practicar deporte, sino que podía convertirse en una campeona.
En Cochabamba, Castro le regaló una medalla de plata en los 20 km.
“Lo dio todo, estoy orgullosa de eso. Las competidoras están entre las 10 primeras a nivel mundial, pero cuando uno quiere, se puede todo. Ahora se vienen los Juegos Iberoamericanos en Perú. Mi objetivo es llegar a Tokio 2020 y estar entre las 10 primeras”, dijo Castro.
Junto con ella también se debe destacar el esfuerzo de Ronal Quispe, que, pese a que estaba lesionado de la cadera, logró una medalla de bronce en la prueba más exigente del atletismo, los 50 km.
El descubrimiento de los Pluris
Hace siete años, Vidal Basco fue descubierto por Nemia Coca, su entrenadora, mientras competía en la fase nacional de los Juegos Plurinacionales en Sucre. Desde entonces, a base de humildad, esfuerzo, sacrificio y mucha fe, se ha convertido en uno de los mejores fondistas del país.
En los Juegos Suramericanos que se celebraron en Cochabamba, estuvo a punto de lograr la medalla de oro en los 5.000 mp, pero fue sorprendido por la experiencia del ecuatoriano Bayron Piedra, recordista de los Juegos y de su país, que le sacó ventaja en la última recta, luego que Basco liderara toda la competencia.
Vidal, que de niño sufrió muchas carencias, ahora sueña con terminar de construir su casita, junto a su esposa Edith Achacollo, sueño para el que el premio económico ($us 20.000) del Gobierno le servirá.
Fondistas no defraudan
César Fernández (10.000 mp), Edith Mamani (3.000 c/obstáculos) lograron preseas plateadas; además de Limber Apaza (3.000 c/obstáculos), Jhoselyn Camargo (3.000 c/obstáculos), Irma Vila (10.000 mp) con mucho esfuerzo y puro corazón lograron subirse al podio de la undécima versión de los Juegos Suramericanos 2018.
Cada uno de ellos tiene una historia diferente de sacrificio y penurias que los hacen aún más merecedores de las medallas.
Además, todos ellos tienen algo en común, las carreras 10K, porque aseguran que gracias a ellas lograron solventar su entrenamiento y, en muchos casos, poder dedicarse exclusivamente a su preparación.
En su mayoría, reconocieron que les falta una preparación más completa en pista, para lograr superar a los rivales de otros países y lograr títulos en los campeonatos oficiales.
Los atletas nacionales buscarán su clasificación a los Panamericanos para brindarle más glorias a Bolivia.
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