La familia Rejas continúa cosechando éxitos en el contexto internacional. Esta vez Marcelo Rejas Trigo (padre) y Santiago Rejas Tufiño (hijo) conquistaron tres medallas de bronce en el Campeonato Panamericano de Esgrima Infantil y Veterano que se celebró en San Salvador. Mateo, el mayor de la familia de espadachines, alcanzó el sexto lugar en la especialidad de sable.
Como no podía ser de otra manera, Marcelo dio el ejemplo a sus retoños colgándose dos preseas de bronce en la justa internacional. Los dos metales los obtuvo tras subir el tercer peldaño del podio en las categorías preveteranos (40-50 años) y veteranos (50-60 años) en el arma de sable.
En el primer grupo fue superado por un salvadoreño y un peruano; en el segundo compartió podio con los estadounidenses, quienes se coronaron en el certamen que se llevó a cabo en el Palacio de los Deportes, en la capital salvadoreña.
Motivado por el buen desempeño de su padre, Santiago y Mateo ingresaron decididos a igualar o superarlo.
Santiago (10 años) fue quien materializó su propósito porque alcanzó el tercer puesto en la categoría infantil B en la especialidad de sable.
Por su parte, Mateo (13 años) luchó incansablemente para situarse entre los mejores de su grupo; sin embargo, logró el sexto escaño en precadetes, también en sable.
“En Bolivia no se da el caso de que una familia compita fuera y logre medallas. En la esgrima, nosotros somos más o menos como la familia Nosiglia en el deporte tuerca”, comentó Marcelo Rejas, en contacto con el Número Uno.
El esgrimista tarijeño, pero considerado más cochabambino que el chicharrón, expresó su satisfacción por la nueva conquista de su familia, porque con los resultados que obtuvieron en el Panamericano consiguieron los boletos para el Mundial de Francia 2018.
Los esgrimistas concurrieron al torneo con recursos propios.
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