Valeria Centellas Claros nació en el departamento de Cochabamba el 2 de octubre 2001 y a sus 16 años ya es campeona mundial.
Comenzó a jugar a sus cuatro años, primero incursionó en la pelota frontón y a sus nueve pasó al raquetbol, gracias a la influencia de sus primos.
“Me gustaba el juego con la raqueta, me gustaba la sensación que tenía, es una sensación indescriptible, porque es lo mejor que tengo, es lo que más me gusta hacer. Mi papá y mi mamá siempre han estado conmigo. Mi mamá (Lelia Aleyda Claros) nunca se ha cansado de llevarme a mis entrenamientos y mi papá (Reynaldo Centellas) siempre me ha motivado a continuar con este deporte, siempre me ha apoyado en mis partidos”, aseveró la campeona.
Valeria compitió desde sus 11 años en los torneos nacionales de raquetbol, a los 12 llegó a su primera final donde quedó en segundo lugar, al año siguiente conquistó su primer campeonato nacional. Actualmente se encuentra invicta en su categoría (16 años).
Antes de viajar al Mundial de Costa Rica, la meta de Centellas era estar entre las mejores cinco jugadoras del mundo. “Me encantaría ser una de las cinco mejores jugadoras a nivel mundial. También me gustaría jugar todos los campeonatos mundiales Open que son cada dos años. Me gustaría ser siempre una de las mejores”, dijo.
La adolescente aseguró que todo sacrificio tiene su recompensa y confesó que ella entrena al menos 15 horas a la semana, sin descuidar sus estudios. “Empiezo a entrenar a las 06:00, asisto al gimnasio donde entreno una hora y media más o menos. En la tarde, luego del colegio, entreno por una hora y media hasta tres horas, cuando tengo bastante tiempo. A la semana debo entrenar unas 10 a 15 horas”, apuntó. La ahora campeona Mundial, recomienda a la juventud no desistir en sus sueños y perseverar en sus entrenamientos.
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