Marcelo Alfaro y Rodrigo Orozco están convencidos de que las cuatro medallas que lograron tanto ellos como su compañero Rodrigo Guzmán (dos de oro y dos de plata) en el Open Brazilian Jiu Jitsu de Chile, durante la pretemporada, son méritos suficientes para honrar a Bolivia. Sin embargo, entienden que el entusiasmo y la motivación que intentan alimentar a diario están sujetos a la “apatía” de las autoridades.
Los artistas marciales cochabambinos viajarán en breve a Cartagena, Colombia, para competir en el Panamericano, que comenzará el 30 de este mes. Se tendrán que subir al tatami con uniformes prestados, pues no pudieron adquirir “gis” (indumentaria especial para el combate) propios. Marcelo (37 años), atleta y entrenador del selecto equipo, usará uno que le facilitó la Asociación Boliviana de Jiu Jitsu y Artes Marciales, mientras que Rodrigo (31) utilizará otro que le otorgó un compañero.
Aunque las sensaciones son “muy buenas”, puesto que saben que cuentan con potencial y antecedentes que los respaldan, coinciden en que las carencias con las que se trasladan a suelo cafetalero les causan “desmotivación”, sobre todo porque anticipan que la “ventaja” de participantes de países como Brasil o Argentina radica en el apoyo integral que reciben.
“Estamos yendo a un Panamericano con uniformes prestados. Vemos con mucha tristeza la apatía de las autoridades. Hemos presentado cartas y nuestros currículums, pero recibimos excusas. Tenemos que seguir batallando de esta manera. Vamos con la firme conviccion de traer un reconcomiento más para el país”, le relató el entrenador a este medio y agregó que gastó alrededor de 1.500 dólares en preparación, inscripción y pasajes, entre otras cosas.
Rodrigo, por su parte, contó que se “ayuda” con los ingresos que obtiene en el taller mecánico de su papá. Ya en 2017, durante el Mundial de Bogotá, experimentó problemas con el uniforme, que, claro, también fue prestado.
Le quedaba bastante largo y ello incidió en su participación.
Según sus datos, la indumentaria deportiva con precio módico cuesta aproximadamente 150 dólares. Y la comparacion es lo que más les afecta, pues observaron que en el Mundial pasado, el gobierno cafetalero les “dotó absolutamente de todo” a sus competidores.
“Hasta las medias les daban. Estamos yendo con mucha desventaja. Siento decirlo, pero hay límites para todo”, expresó el instructor, quien se animó a lanzar que, debido al desconocimiento que existe en cuanto al jiu jitsu, es “probable” que algunas autoridades puedan confundirlo fonéticamente con el “sushi”, que es una comida japonesa.
Además de Marcelo y Rodrigo, representarán a Bolivia Rodrigo Guzmán (15 años) y Juan Pablo Siles (17), equipo que recibió la formación del experimentado Theo Roncken, pilar principal del jiu jitsu boliviano.
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