"Dedícate a tu familia", "tus hijos te necesitan, "no pierdas tiempo" son las algunas frases con las que increpaban a Yazmine Sabja, la raquetbolista cochabambina que recientemente le dio el título mundial a Bolivia en el Open de San José de Costa Rica, en la especialidad de dobles.
"No. Voy a poder, me he quedado a medias en mi carrera deportiva y sí lo voy a lograr porque es el sueño que tengo", respondía la deportista.
Siempre atenta y de respuesta ágil, como sus reflejos en la cancha, así es Yazmin. Con ocho años, Yazmine seguía a su hermana mayor a sus partidos de ráquetbol. La pequeña insistía en entrar a la cancha y tomar la raqueta. Su emoción y destreza llamaron la atención. A partir de ese momento inició su entrenamiento.
Durante casi tres años combinó su tiempo con entrenamientos de básquet y ráquetbol, hasta que un día llegó su primer campeonato importante con la raqueta: la clasificación a su mundial junior.
"Debes tomar una decisión: voleibol o raquet no puedes seguir con los dos", le interrogó su entrenador y Yazmine tenía clara su respuesta. "Es así cómo comienzo bajo la tutela de Juan Carlos Tapia", recuerda.
Tras una gran campaña en 2009, Sabja cosechó tres medallas de oro en los Juegos Bolivarianos de Sucre, el entrenamiento la había agotado y ya planeaba dejar el deporte.
Un año más tarde, Yazmine une su vida con la de Nicolás Djbura, ambos de raíces árabes.
A inicios del 2011, su entrenador de toda la vida Juan Carlos Tapia la convence de volver a las canchas. A mediados de ese año, se enluta el deporte con el fallecimiento de su instructor.
"Esa fue la gotita que derramó el vaso, dije: "Nunca más, no quiero saber más del ráquet". Guardé absolutamente todo", rememora Sabja.
Un par de años después, otra faceta en la vida de Yazmine inicia con el nacimiento de sus gemelos Katherine y Alexander, que ahora tienen 4 años, luego la familia se agranda con la llegada de su hija Nur.
En medio de toda una nueva dinámica, su compañero de vida la convence de desempolvar su raqueta y regresar a las competencias.
Era 2016 y quedaba poco tiempo para que se desarrollen los Juegos Suramericanos Cocha 2018.
"No puedo perderme semejante evento siendo anfitriones (se dijo a sí misma). Y entré con la mentalidad de poder entrar a los Juegos Suramericanos", recuerda.
Aunque el retorno no fue fácil, Yazmine se lesionó la cadera y se recuperó totalmente a finales de 2017, cuando se entregó por completo a la preparación para la clasificación a los Juegos Suramericanos, donde ganó dos medallas de plata para Bolivia.
Pero sin duda, el punto más alto de su carrera lo consiguió hace casi una semana cuando junto a Valeria Centellas, se vistieron de oro en el Open en la especialidad de dobles, en el certamen que tuvo lugar en la ciudad costarricense de San José.
A su llegada, sus hijos la esperaron emocionados. Katherine ya juega ráquetbol y Alexander juega fútbol, pero ambos tienen a su mamá como ejemplo de perseverancia y ganas de triunfar.
"Mamá, yo quiero ser campeona como tú. Quiero ganar una medalla como vos", fue la frase con la que los gemelos Katherine y Alexander, recibieron a su mamá hace unos días.
"El deporte ya está en la mente de ellos, ya está en su crecimiento, que es algo que yo quería, es una de las razones por las que he vuelto al deporte, por darles un buen ejemplo a mis hijos y yo creo que ya estoy consiguiendo esos resultados", señala la campeona.
"Ya les está entrando esa hambre de éxito por así decirlo. Eso es lo que yo quería lograr en ellos y bueno que sean personas que se superen así mismos que puedan cruzar todos sus límites, cruzar todos los problemas que ellos tengan por sí solos porque lamentablemente mamá y papá no van a estar toda la vida", comparte Yazmine.
Uno de los anhelos de la deportista es transmitir sus experiencias y conocimientos a nuevas promesas deportivas.
"Ahora en este punto, en el que estoy, me he dado cuenta que sí puedo influir a las personas, eso me llena mucho. El hecho de ser responsable de poder influir positivamente a alguien, la verdad es que me llena y me motiva a seguir como persona y me motiva a cuidarme como persona y a ser más responsable con mis actos", expresa.
"Ya les está entrando esa hambre de éxito por así decirlo. Eso es lo que yo quería lograr en ellos y bueno que sean personas que se superen así mismos que puedan cruzar todos sus límites, cruzar todos los problemas que ellos tengan por sí solos porque lamentablemente mamá y papá no van a estar toda la vida", comparte Yazmine.
Tras su largo retiro y su gran retorno, Yazmine Sabja tiene certeza de algo: "Realmente esto es lo que me gusta es lo que me apasiona. Y bueno, Yazmine continúa, Yazmine va para largo todavía".
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