31 octubre 2018

Andrea Pozo hace del triatlón una forma de vida



El triatlón no es una sola disciplina, son tres a la vez, de manera que exige mayor preparación y esfuerzo; por ello, el solo hecho de cruzar la meta sin importar en qué lugar es como alcanzar la consagración, es lograr un objetivo personal más allá de colgarse una medalla.

“Una de las cosas que me hacen seguir adelante en esta locura, que así la llamo yo, es que me llena, me satisface y me da mucha alegría el cruzar la meta, que es para mí el punto final de todo un gran esfuerzo. Soy feliz haciendo esto, es una pasión que crece y en la que quiero ser cada vez mejor”, dice Andrea Pozo Basaure, una triatlonista nacional y apasionada por el deporte.

El triatlón es un deporte olímpico que consiste en realizar natación, ciclismo y carrera a pie, una tras otra. Completar la prueba demanda horas y una exigencia mayúscula. No cualquiera lo puede hacer sin una adecuada preparación.

Pozo asocia lo que hace no solo al deporte, sino a la vida misma. “Al final uno busca ser mejor deportista, mejor persona, mejor profesional, madre, padre. Uno adquiere disciplina, constancia y supera barreras mediante el deporte”.

Con otros triatlonistas bolivianos, ella ya participó en cuatro eventos Ironman 70.3: en Cartagena, Colombia; Ironcamba, en Santa Cruz; Haines City, en Florida (Estados Unidos) y hace unas semanas en la Isla de Cozumel, México.

Cada una con exigentes distancias definidas, como los 1,9 kilómetros de nado en aguas abiertas, 23 kilómetros de ciclismo y una mediomaratón (21 kilómetros), que implican en promedio un esfuerzo físico continuo de entre 6 y 7 horas.

“Mi mejor participación hasta el momento fue esta última en Cozumel. Fui octava entre 30 participantes en mi categoría”.

Lleva el deporte en los genes, desde niña siempre le gustó practicarlo, aunque nadie en su familia tuviera esa pasión. “Lo normal: mi papá jugaba fútbol y mi mamá me apoyó para participar en varios deportes. Ahora, en mi caso, siempre me gustó competir al aire libre. Jugué tenis, básquetbol e hice de todo”.

Sin embargo, el triatlón es especial, una disciplina a la que se apegó definitivamente.

Pozo aprendió y se instruyó bastante mediante la lectura sobre cómo debe encarar su preparación, tiempos y cargas que debe manejar, como también sobre su alimentación y recuperación.

Cuenta que cada año planifica su actividad deportiva, por ello tiene un cronograma de preparación, competencia y la recuperación.

Entrena de martes a domingo, siendo el único día de pausa o descanso el lunes. Son al menos 12 semanas de preparación antes de una competencia. Y divide su labor en dos, por la mañana muy temprano y por la noche, de manera que le quede el tiempo suficiente para encarar sus otras actividades.

“Tengo tres etapas: la preparación básica, los fondos y bajar las cargas para llegar fresca a la carrera”.

El haber competido en maratones y medias maratones la llevó a conocer bastante la preparación y alimentación adecuadas.

Es cuidadosa en diferenciar la alimentación previa, durante y posterior a los entrenamientos y lo mismo en las competencias. “Una semana antes cuido los carbohidratos, proteínas, hidratación y otros, además de cuánto y qué se debe comer, es clave para encarar 6 a 7 horas de competencia con alto desgaste de energías”.

Para Pozo, es muy importante conocer detalles de la preparación y alimentación a fin de evitar calambres, mareos y descompensaciones del cuerpo.

“Tengo un atleta virtual que me ayuda bastante y también trabajo con un entrenador de natación, Juan Bravo, quien me colabora en el Club Tenis La Paz, y el de triatlón, que es Darío Saucedo”.
En 2020, al Full Ironman

Con la experiencia adquirida en los cuatro Ironman 70.3 en los que ya compitió, y otros que vendrán, y en su política de plantearse y encarar constantes retos y objetivos en la vida, Andrea Pozo Basaure espera en 2020 competir en el Full Ironman, una prueba con el doble de recorrido de los que hace ahora.

“En realidad sería el doble de los 1,9 kilómetros de nado en aguas abiertas, de los 90 kilómetros de ciclismo y 23 kilómetros de carrera, pero para eso necesito un tiempo más para seguir otras competencias y estar más preparada”, afirma.

La deportista financia su actividad deportiva con un esfuerzo personal y familiar, la única manera de sostener su participación, de manera que destaca y agradece el apoyo de sus seres más cercanos, quienes la respaldan en su actividad.

“No tengo ningún tipo de apoyo de otro lado para los viajes, hospedajes y los demás gastos. Por ejemplo, lo complicado es llevar la bicicleta, porque tiene un costo por tramo y eso encarece la participación”, dice Pozo, quien igual hace un esfuerzo para representar a Bolivia.

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