El Ministerio de Deportes no restringirá su uso, aunque sí pedirá que las entidades interesadas en alquilar los escenarios soliciten, por escrito, su requerimiento. Los dineros que ingresen a la cartera estatal serán dirigidos a una suerte de “chanchito”, en una cuenta del Tesoro General de la Nación, para que sea posible el mantenimiento a largo plazo de las mismas infraestructuras.
Ese es el método que el Ministerio halló para pensar en la autosostenibilidad de los recintos, de aquí a unos 5 o 10 años.
Los precios de los alquileres se encuentran ya fijados. Un equipo especializado dependiente de la cartera ministerial trabajó en el tarifario, que fue lanzado la semana anterior mediante una extensa lista de montos que varían según “estrellas” (A y B), categorías de los deportistas (infanto-juveniles, mayores, etc.), clubes aficionados y profesionales, entre otras distinciones.
El viceministro de Deportes, el general Alberto Daza, explicó que las cifras de los arrendamientos fueron definidas de acuerdo con la “realidad del país”, lo que supone que se trata de montos módicos.
“Hay gente que, a veces, no tiene suficiente economía. Otras personas cuentan con un poco más. Hemos hecho una evaluación minuciosa para orientar este tarifario y que los estamentos deportivos del Estado puedan acceder a los centros con responsabilidad”.
El documento oficial de las tarifas dejó algo muy claro: no habrá posibilidad de que la utilización de los módulos sea gratuita. Además de los dineros que quienes dispongan de los recintos abonen por alquilarlos, también tendrán que encargarse de los “daños” materiales que ocasionen (mediante pago).
En el interín se hará una “supervisión de control”, sistema para “blindar”, aún más, el resguardo a futuro de los espacios.
El tarifario, que consta de 20 páginas explicativas y detalladas, refiere al aspecto alimenticio, al hospedaje, la utilización de los módulos del centro de La Tamborada (velódromo, pista atlética, polideportivo, camarines y cancha) y la Villa Plurinacional del Trópico (canchas de tenis, pista atlética, polideportivo y el Estadio Olímpico Bicentenario, entre otras bondades).
El documento deja en evidencia la variación en los precios según servicios, categorías de deportistas e instituciones ajenas al ámbito, como es el caso de entidades bancarias, empresas privadas o grupos religiosos que deseen pasar unos días en las infraestructuras.
Así, a modo de ejemplo, el alquiler del polideportivo de La Tamborada cuesta 50 bolivianos la hora (jornada) para el entrenamiento. Si a ello el interesado quiere añadir los servicios de dos camarines y duchas, pagará 70. Los montos en la noche son de 70 (solo polideportivo) y de 90 (más camarines y duchas).
Para los deportistas de asociaciones, en la categoría Infanto-juvenil, las cifras son de 40 y 70 bolivianos la hora, con los mismo beneficios ya mencionados (jornada diurna). En la noche abonarán 70 y 90. En el caso de los clubes profesionales, como Wilstermann y Aurora, los montos son de 60 y 70 por hora diurna; y 80 y 90, por hora nocturna.
Si hay en puerta el desarrollo de un torneo nacional, el alquiler del polideportivo será de 70 (simple) y de 100 (más camarines y duchas) por hora diurna. En la noche deberán cancelar 90 o 120.
SERVICIOS ADICIONALES Más allá de los precios de los alquileres, también los interesados deben hacerse cargo de los gastos de agua y luz. Si se quiere disponer del velódromo, otro de los recintos que posee el centro de La Tamborada, se tendrá que pagar 85 bolivianos por una hora de luz (de día) y 120 en la noche. Por el servicio de agua, el precio está dividido según categorías A y B: la primera contempla el abono de 40 bolivianos, considerando de 0 a 500 personas. La B (de 501 a 900 individuos), de 80 bolivianos.
El vicepresidente de la Federación Boliviana de Ciclismo (FBC), Arnold Zapata, expresó su desacuerdo con respecto al cobro, puesto que la entidad no se encuentra en condiciones de destinar esos números.
En el caso del arrendamiento de las canchas para eventos “extradeportivos”, el precio que corresponde es de 2.000 bolivianos (12 horas). Solo podrán disponer del campo de juego y las tribunas. Si se paga 4.000, habrá acceso también a los camarines.
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Posición clara tomó el Ministerio de Deportes con relación al uso de los recintos: no será gratuito, puesto que lo recaudado servirá para mantenerlos y asegurar su funcionamiento “en décadas”
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