15 octubre 2018

El Picadero de Tarata, un recinto con funcionalidad

Los XI Juegos Suramericanos Cochabamba 2018, que se disputaron del 26 de mayo al 8 de junio pasados, dejaron una herencia importante para el deporte valluno y nacional, pese a todos los cuestionamientos previos y posteriores a la cita continental.

Entre todos los recintos construidos para este evento, el que más destaca es el picadero ecuestre de Tarata, recinto que hoy se halla bajo la tutela y el manejo de la Escuela Militar de Equitación, entidad que estableció funciones en el lugar y que cuenta con todos los equipamientos necesarios para su funcionamiento, a diferencia de otros recintos que quedaron prácticamente en el olvido.

La misión y el objetivo que nos dio el Comando del Ejército fue que nos hagamos cargo del mantenimiento y el uso de este recinto para fomentar el deporte ecuestre”, comentó Jery Terceros, comandante de la Escuela Militar de Equitación.

Desde su arribo al predio de Tarata, la mencionada institución militar realizó el trabajo de embellecimiento y mejora de las instalaciones, aunque toda la infraestructura ya se encontraba lista y equipada para su uso.

Sin brindar más detalles sobre el monto final del recinto desde las esferas gubernamentales, extraoficialmente se conoció que el costo de la obra asciende a los 78 millones de bolivianos, incluyendo el equipamiento, que lo convierte en uno de los mejores escenarios de Latinoamérica.

Escenario completo

Aprovechando la disputa del LXI Nacional de equitación, los jinetes y amazonas del país, además de la Federación Boliviana de Deportes Ecuestres (FBDE), conocieron de cerca el coqueto recinto que cuenta con todas las comodidades, no sólo para la disputa de este deporte, sino también para la asistencia de los equinos.

El escenario de Tarata cuenta con tres picaderos: el principal (con graderías), uno cubierto y el de desprendimiento (aire libre); dos picaderos de adiestramiento (principal y práctica); dos redondeles, donde los caballos calientan y hacen trabajo sobre piso; dos piscinas de 60 mil litros, cada una para la relajación de los equinos; cuatro cuadras de soldados para los caballerizos; una veterinaria completa con dependencias, sala de laboratorio, salón de rayos X, ecógrafo, prequirófano, área de derribo (anestesia del caballo y montaje en grúa para la camilla), quirófano debidamente equipado y sala de recuperación; embarcaderos (área de subida y bajada de los caballos desde los camiones); herrería; 10 duchas; seis ambientes de boxes para caballos y pecebreras; bebederos externos y potreras.

“Son instalaciones bastante grandes y que tiene capacidad para albergar hasta 108 caballos. Para un predio así, se necesita un buen presupuesto. El objetivo es que esta Escuela (Militar de Equitación) se vuelva autosustentable para seguir ganando jinetes y amazonas. Además, hacemos sesiones de equinoterapia para niños y niñas con capacidades diferentes. Se cuentan con ambientes muy bien equipados y a disposición de los clubes”, agregó Terceros.

Luego de su llegada en julio a Tarata, la institución militar cuenta con 53 caballos propios, entre criollos y anglo-argentinos, además de un efectivo de 30 soldados del primer y segundo escalón que realizan la labor de caballerizos y 28 oficiales, suboficiales y sargentos dedicados a la instrucción y formación de nuevos jinetes y amazonas militares. “Al año esperemos ya contar con alumnos civiles, Dios mediante, para que podamos formar más deportistas”, agregó el comandante de la unidad militar.

En cuanto al plantel de sanidad, la entidad formativa del Ejército cuenta con un veterinario y cuatro suboficiales técnicos con formación en veterinaria.

Mantenimiento

Tras su arribo al predio del valle alto, la Escuela Militar de Equitación busca la forma de convertirse en una entidad autosostenible, paso fundamental para hacerse cargo plenamente del mantenimiento del picadero de Tarata.

Actualmente se realizan algunos trabajos complementarios y de generación de recursos con la equinoterapia en los predios de El Paso.

El resto del mantenimiento (riego, repuestos y combustible para maquinaria, repuestos de camiones, accesorios y otros) vienen subvencionados por el Comando del Ejército.

Sin precisar montos, Terceros anticipó que paulatinamente se avanza en la generación de recursos para solventar los gastos mensuales y anuales que se presenten.

“El presupuesto es variable. No todos los caballos se enferman todo el tiempo, así que el presupuesto varía porque incluso los medicamentos para animales son más que para los humanos”, indicó.

Durante su vida institucional y aún en sus predios del Colegio Militar, muchos jinetes se han forjado en la Escuela Militar de Equitación.



"Nuestras instalaciones fueron construidas para los Juegos y, una vez concluidos éstos, nos quedamos para darle funcionalidad y el mantenimiento para hacer crecer el deporte". Jery Terceros. Escuela Militar de Equitación



ALIMENTACIÓN DE CABALLOS: CINCO VECES AL DÍA Y VARIADA

A diario, los caballos reciben una dieta alimenticia de hasta cinco veces, pero siempre variada para que el equino esté correctamente alimentado y sin problemas digestivos.

Según Jery Terceros, comandante de la Escuela Militar de Equitación, los caballos comen alfa, avena, alimentos peletizados y balanceados, además del agua que tienen en cada box y pecebrera donde reposan algunas horas del día.

Además de la alimentación, también se encuentra el proceso de inocuidad y limpieza de los caballos, fundamental para evitar complicaciones en su salud o que se propaguen enfermedades que pudieran generar alerta.

Junto a ello, hay extensos ambientes para que el equino esté libre y tenga la posibilidad de moverse sin muchas restricciones, evitando así el estrés que puede presentarse.

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