15 octubre 2018

Dirigencia teme privatización del deporte y “no puede pagar”

A pocos días de que el Ministerio de Deportes oficializara el cobro inminente que ya tienen los módulos de los Centros de Formación y Entrenamiento Deportivo (Cefed), la respuesta no se hizo esperar y el panorama parece complicarse.

La conclusión en las fuentes dirigenciales consultadas es la misma: pagar por el alquiler, el alojamiento y alimentación en las villas de La Tamborada y el Trópico es algo que escapa de sus posibilidades presupuestarias.

Para el titular de la Asociación Departamental de Karate de Cochabamba, el sensei Eddy Beltrán, contemplar el abono de 70 bolivianos (hospedaje categoría C, habitación doble, “por persona”) para dormir en el hotel de La Tamborada es un desafío del que la entidad deportiva saldría perdiendo sin lugar a dudas.

Esto, tomando como referencia que cuando la institución lleva a cabo un torneo nacional aloja a sus huéspedes del interior de Bolivia en el velódromo Edgar Cueto o el Polifuncional de Sarco.

Si bien ambas infraestructuras no ofrecen los mejores servicios ni condiciones (necesitan remodelaciones), lo cierto es que tampoco el Servicio Departamental del Deporte (Sedede) pide más que 8 bolivianos por noche. Claro que allí no hay televisores, ni WIFI, ni cable, apenas habitaciones que agrupan camas de dos y de tres pisos. En el caso del recinto de ciclismo de pista, éste no posee agua caliente debido a un desperfecto eléctrico.

La diferencia en los montos es significativa, teniendo en cuenta que solo se mencionó la opción C del abanico de opciones que propone el Ministerio de Deportes para la disposición de sus villas.

Para acceder a la A, la más “equipada”, el precio es de 120 bolivianos (pago individual en una habitación doble). El paquete brinda WIFI, TV cable y amenities. Estos últimos son elementos tales como shampoo, jabón y toallas, entre otros).

Si el cuarto a utilizar es simple, pasar la noche allí costará 180 bolivianos.

De acuerdo con Beltrán, el presupuesto con el que la entidad cuenta para organizar un nacional es de 50 bolivianos por atleta, cifra que queda “corta” ante los “130” que calculó.

“La cena está bordeando los 20, el almuerzo, los 25, y el desayuno, los 15. Calculamos unos 130. No podemos cubrir ese monto”.

Arnold Zapata, vicepresidente de la Federación Boliviana de Ciclismo (FBC), coincidió con la imposibilidad y agregó que, si el Ministerio mantiene su posición, empezará el proceso de privatización del deporte.

“Pareciera que la privatización del deporte estaría comenzando. No estamos de acuerdo, para nada. Vimos algunos precios y son demasiado elevados. Quieren cobrar 50 bolivianos por día por el uso del velódromo. Es absurdo”.

Según el directivo, la institución federativa contó con 5.000 dólares para la gestión 2018, aunque ese dinero “no fue visto” incluso antes de los Suramericanos.

El deporte del pedal analiza regresar al velódromo ya caducado Edgar Cueto, en caso de que la cartera estatal mantenga el tarifario. Según el documento, para entrenar en el nuevo recinto de La Tamborada se deben abonar entre 30 y 70 bolivianos por hora, de día; y 50 o 90, de noche. Ello, sin contar con los gastos de luz y agua.

DEPORTE INTEGRAL, EN DESACUERDO El tarifario contempla, también a quienes hacen parte del universo de atletas con discapacidad. En este sentido, el presidente de la Asociación de Quillacollo, Ángel Huarachi, explicó que lo “ideal” sería que el Estado “decrete que los escenarios sean mantenidos con el presupuesto de los fondos destinados al deporte, en cada institución, como las alcaldías y la Gobernación”.

“No considero que se pueda pagar. Las asociaciones que somos amateur no tenemos fines de lucro”.

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Carta planea enviar el karate cochabambino al ministro de Deportes, Tito Montaño, para pedir prestados los tatamis que se utilizaron en los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018.

Ciclismo prevé volver al Cueto

De pronto, el miedo en el ámbito del deporte del pedal se ha despertado. El vicepresidente de la Federación Boliviana de Ciclismo (FBC), Arnold Zapata, lanzó una advertencia que, de volverse un hecho, sería sorprendente.

Si los precios para entrenar en el velódromo techado de La Tamborada se mantienen, los pedalistas volverán al viejo escenario, el Edgar Cueto, que se encuentra en la zona del Parque Mariscal.

“Quedamos en que si resulta inaccesible estar en el velódromo, practicaremos en el Parque Mariscal. De todos modos, esperamos que no sea así. Vamos a tratar de hablar con el Ministro de Deportes (Tito Montaño). A ver qué pasa”.

Si ello acontece, la preparación de los deportistas bolivianos se vería afectada, de cara al Panamericano de Pista Élite que se llevará a cabo en la gestión de 2019.

“Eso sería ir para atrás. Realmente se trataría de un retroceso. Ojalá que reflexione el Ministro”.

No obstante, el viceministro de la cartera, el general Alberto Daza, fue muy claro ante la consulta previa que este medio le realizó, con respecto a la necesidad de que los interesados abonen por el alquiler de los módulos.

Dijo que es la única forma de “mantenerlos“ y que, a través del tiempo, puedan ser reparados mediante un fondo al que irán a parar los dineros.

La autoridad mencionó que uno de los gastos más fuertes es el de la luz. “Son montos impresionantes debido a su magnitud”.

Al parecer, la gratuidad de los recintos es cosa difícil.

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