La cabeza máxima de la entidad, Marco Arze, expresó que existen “varios” aspectos que producen inquietud y que, a esta altura, no se aspira a que el representativo nacional logre resultados sorprendentes en disciplinas nuevas, sino que los atletas participen y accedan a una “oportunidad”.
“El tema del equipo nacional preocupa. Convocaremos a una asamblea en el Comité para tomar decisiones particulares”.
Arze aclaró también que lo “ideal” es que Bolivia compita con la cantidad máxima posible: 733 personas. Señaló que lo mismo sucedió con la delegación argentina en los Juegos que se llevaron a cabo en 2006, con la de Chile en Santiago (2014); y con la colombiana en la justa de Medellín, en 2010. Es por ello que considera que el país “no puede ser menos. Estos Juegos, para el COB significan el inicio del alto redimiento para el deporte nacional”.
Observó, por otro lado, la importancia de que los escenarios deportivos estén listos un mes antes de la cita y no “tres días antes”.
“Estaremos atentos para ver cuándo podemos ingresar (a las instalaciones). Ojalá sea un mes, 20 días o 10 dias antes. Espero que no entremos con tres días de anticipación. Somos locales y deberían estar (los atletas), cuando menos, un mes en el recinto deportivo donde se va a practicar un campeonato. Veremos qué pasa. Si no se puede, falta consumar el hecho nada más”.
Los Juegos se llevarán a cabo del 26 de mayo al 8 de junio. Las delegaciones internacionales tienen la intención de probar los escenarios para familiarizarse con los mismos. También los atletas bolivianos de otros departamentos quieren llegar antes.
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