Directivos y trabajadores del rubro petrolífero continuaron con las competiciones en procura de los distintos títulos. En el caso del fútbol de salón femenino, quienes dibujaron una sonrisa en sus rostros fueron las integrantes del elenco de Santa Cruz.
La delegación sacó a relucir su característico sombrero, empuñando la mano en alto, en señal de victoria.
El compromiso final del voleibol masculino fue disputado por el elenco de Cochabamba y el oriental, con vestimenta verde.
Con un número de participantes que prácticamente triplicó al del resto de los equipos en batalla, el seleccionado cochabambino mostró sus créditos en su casa.
Con los conjuntos de La Paz, Santa Cruz, Potosí, Oruro, Sucre, Cochabamba y el de gerencia, las Olimpiadas tuvieron de todo: ajedrez, baloncesto, pruebas de atletismo, ciclismo, concurso de comelones, de karaoke y natación, entre otras propuestas atractivas para los trabajadores.
Es la primera vez que la exvilla de La Tamborada (que recibió en mayo pasado a los atletas de los Juegos Suramericanos) acoge un certamen con estas características.
El júbilo imperó. Fueron mayores las ganas de competir y confraternizar que la implacabilidad de las altas temperaturas, que se acentuaron principalmente el viernes, en la apertura.
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