24 noviembre 2018

Rudolf Knijnenburg: ‘Tenemos un problema de raíz: la preparación del atleta no es la adecuada’



Rudolf Knijnenburg es sinónimo de constancia en el tiro deportivo boliviano, pues desde 1997 participa en todos los eventos del ciclo olímpico —a excepción de unos Juegos Panamericano y tres Olímpicos— gracias a su talento y disciplina para entrenarse.

Sin embargo, aclara que actualmente es “difícil” ser un deportista de élite en el país por la falta de apoyo.

Asimismo, considera que el Ministerio de Deportes no puede impedir que los atletas compitan por Bolivia, ya que tienen la Constitución Política del Estado (CPE) y la Carta Magna del Comité Olímpico Internacional (COI) de su lado.

— ¿Cómo se siente por clasificar a los Juegos Panamericanos de Lima 2019?


— Fui a México para clasificarme, pero no fue fácil, me costó en la modalidad pistola neumática. También hice la modalidad tiro rápido y tampoco fue fácil, pero estaba preparado para poder clasificarme y voy a participar en las dos modalidades.

— ¿Cuántos Juegos Panamericanos ya lleva?


— Será mi quinta edición. Ya estuve en los Juegos de Santo Domingo (2003), Río de Janeiro (2007), Guadalajara (2011) y Toronto (2015).

— ¿Y el ciclo olímpico?


— Fui a los Bolivarianos y los Suramericanos, en ambos ya estuve en cinco ediciones. Los Bolivarianos vengo participando desde 1997 en Arequipa y los Suramericanos desde 1998 en Cuenca.

En Juegos Olímpicos estuve en Atenas 2004 y Río de Janeiro 2016. Son 20 años practicando este deporte.

— ¿A qué cree que se debe que haya sido constante en cada ciclo olímpico desde 1997?

— He dado mucho al deporte, he sacrificado muchas cosas por él. Lo fundamental también viene por el apoyo de la familia, amigos, mis padres, hermanos, en la parte moral y económica.

— ¿Cómo conoció esta disciplina?

— No recuerdo la edad en que conocí este deporte porque mi padre ya fallecido, Thomas, hacía tiro deportivo y siempre se entrenaba.

Desde que tengo uso de razón siempre estuve involucrado con las armas.

Si él entrenaba le pedíamos para hacer unos tiros y nos dejaba. Luego de eso uno va dejando de ser un niño y ya entrenaba para competir. Mi regalo de 15 años fueron dos pistolas (se ríe), entonces empecé a disparar más en serio.

— ¿Su padre fue tirador profesional?

— Mi padre fue muchos años competidor en Holanda y fue hasta condecorado en su país por ser un excelente deportista, así que el tiro deportivo lo llevo en la sangre. Tengo entendido que participó en diferentes torneos y como premio recibió una pistola de oro. En su momento tuvo el récord nacional en pistola rápida estándar en Holanda.

— ¿Cómo es la vida de un tirador boliviano en el país?

— Es muy sufrida (se ríe). El tema está en que desde hace muchos años no se consiguen las municiones para poder entrenar tranquilos.

En mi mejor momento llegué a usar más de 30.000 balas al año, ahora bajé en el último año a no más de 3.000 tiros porque hubo un Decreto Supremo (29534, 29 de abril de 2008) de prohibición de importación de armas y municiones que nos dejó en shock y se elevaron los precios.

Pero hace unos años ya está la Ley (400, 18 de septiembre de 2013) de armas, se ha regularizado, aunque hasta que el mercado se llene nuevamente de municiones para poder entrenar, que son estándar, distintas a las de cacería, va a pasar un año y medio.

— ¿Cómo vivió esa época de prohibición?

— He sufrido porque se instalaron los costos altos. Ahora hay que buscar entrenamientos alternativos como tiros en seco, también trabajo mucho con mi psicólogo y esto reemplaza algunas cosas, pero no debería ser así, sino tendría que ser un complemento al entrenamiento, pero estamos así, así está Bolivia y buscamos la forma de entrenar y representar bien al país, y aun así seguimos sacando medallas a nivel internacional.

También hay que sacar un permiso, ni las armas que usamos son especiales, hemos hablado en una tienda y nos dijeron que si el arma te cuesta “equis” costo el sacar el impuesto de importación de esa arma es más de 7.000 bolivianos.

Cuando tenemos el arma, que nos cuesta 2.400 dólares, más 7.000 bolivianos, ya son 3.500 dólares, de ahí el importe, desaduanizar entonces nos triplica el precio.

— ¿Qué cree que le falta al boliviano para luchar palmo a palmo con los mejores?

— En Bolivia tenemos un problema de raíz, que es no tener la preparación adecuada del atleta. El Estado boliviano no ha intervenido en la preparación adecuada, no hay un programa para ello.

Como ejemplo, los Juegos de Cochabamba. Está bien, hubo récord de medallas, se dice que fue la mejor participación de Bolivia, pero el Estado boliviano, aparte de las infraestructuras que quedaron bonitas, ¿cuál ha sido el proyecto bajo un macrociclo de más de cuatro años de preparación a la selección? No se ha preparado a ninguna selección bajo un macrociclo, no se contrataron entrenadores, y ¿por qué los necesitamos? Porque en Bolivia existen los institutos de la actividad física, donde enseñan todos los temas de preparación de la persona, pero no existe una carrera especializada de un deporte.

La mayoría de los profesores en Bolivia son empíricos, que han ido a lo largo de su trayectoria haciendo cursos y talleres que les ha durado una semana, pero ¿qué profesor ha hecho una especialidad que le duró más de un año en una universidad para eso? Entonces, estamos fregados.

También está la nutrición, no es lo mismo para un lanzador de bala, como Aldo González, una alimentación como para una nadadora como Karen Tórrez o un tirador.

Tienen que especializarse, ver en los laboratorios qué vitaminas les falta a través de exámenes de sangre y eso no existe en Bolivia.

Aparte de eso está el psicólogo deportivo y en mi caso viene a suplir la falta de entrenamiento, pero debió ser algo complementario. ¿Cuántos deportistas amateur trabajan con un psicólogo deportivo?

El rendimiento del deportista boliviano no pasa simplemente por prepararse o no mejor, sino hay un tema de fondo, ¿cómo preparamos a nuestros atletas?, ¿qué condiciones tenemos?

Ahora, más deportistas trabajan con un psicólogo deportivo, pero no es porque haya un programa del Gobierno, sino porque se lo pagan ellos mismos. Andamos mal, no tenemos un cuerpo técnico, no tenemos profesionales capacitados, pero sacamos medallas.

En los Bolivarianos de 1977 llegaron entrenadores, pero en los Bolivarianos de 2009 y los Suramericanos de este año no vino nadie, estamos hablando de un mismo gobierno. ¿Qué sucedió con este Gobierno?, entonces seguimos mal.

Los deportistas se gastan toda su plata entrenando para representar al país y para sacar una medalla. No solo se trata de un atleta, sea quien sea, ya que al final la que flamea es la bandera boliviana y si está en lo más alto del podio se toca el himno nacional, pero ¿quiénes se sacrifican para eso? Es la ambición personal de cada atleta.

El deportista durante una sesión de tiro. Foto: José Lavayén-Archivo

— ¿Qué opina sobre la prohibición del Ministerio de Deportes?

— Es un tema que la tengo clara, uno tiene que apoyarse con la Constitución Política del Estado y la Carta Magna del Comité Olímpico Internacional. Nadie puede dejar de ser boliviano en ninguna parte y la Carta Magna dice bien clara quién puede representar a tu país, o por último, si nos prohíben, también hay la salvedad de competir bajo la Bandera Olímpica.

Es un tema que me gustaría socializar con los atletas. Vi la declaración de un deportista de que se hacen los trámites para representar (al país) a través del Ministerio de Deportes y lo prohíbe la Carta Magna, inmediatamente seríamos expulsados.

Entonces, ¿de qué nos sirve un ministerio si no ayuda a las federaciones? Hay mucha tela por cortar, pero hay que hacer un análisis frío.

Primero quiero socializar con los atletas y después pronunciarme como deportista y decir ‘esta es la activación del Estado, esto dice la Constitución, esto la Carta Magna y esto las alternativas del deportista boliviano’.

Veo que debemos apegarnos a la Carta Magna y que el Comité Olímpico Boliviano haga su trabajo o declararnos en emergencia, hacer una representación ante el COI y competir bajo esa bandera, que ya se ha visto en Río de Janeiro.

Debemos reunirnos con el COB, saquemos un pronunciamiento, no independiente de cada deportista, hay que hacer una sola voz.

— Con estas deficiencias, ¿cómo será su preparación para Lima 2019?

— En Santa Cruz tenemos algunas ventajas para los deportistas más destacados, la Gobernación tiene un programa que ayuda con pasajes para representar al país.

También tengo una Beca Olímpica que se inició en mayo a través del COB, que es 1.000 dólares mensuales para entrenar o gastarlo en mis días de preparación en otro lado. También lo uso para pagar a mi psicóloga deportiva, pagar a un entrenador, que como digo, es empírico.

Todo esto no es lo ideal, pero tenemos algo para tener una preparación rumbo a Lima.

— ¿Y campeonatos de preparación?

— Tenemos la Copa del Mundo en Múnich (Alemania) en mayo de 2019 y buscaremos todos los demás torneos Open de la región, los torneos abiertos.

Busco en la región porque la otra Copa del Mundo es en la India y los recursos no me alcanzan, al igual que la otra Copa que es en Corea del Sur.

Estoy conversando con dirigentes peruanos para que pueda participar en sus torneos nacionales y por el momento me dieron el visto bueno, me gusta la idea porque es un equipo bastante fuerte.

— ¿Cómo se dio su faceta de entrenador?

— Soy entrenador de Diego Cossio (otro tirador clasificado a Lima) desde 2007. Hemos venido haciendo un trabajo desde abajo hacia arriba, no comenzamos arriba directamente, es el mismo trabajo que recibí, pero nuevamente caemos a lo mismo, soy un entrenador empírico, tengo conocimientos, he leído, he ido a cursos, pero no soy un profesional.

A mí me gustaría que Diego se vaya a otro lado y tenga un entrenador profesional. Lo bueno es que tengo la experiencia de que la gran mayoría de mis alumnos han sido deportistas destacados.

Yo transmito mi conocimiento para que ellos puedan llegar a tener un buen nivel, no me interesa ser el único, me interesa que haya hartos buenos. No mezquino a nadie mis conocimientos, paso mi experiencia y enseño a disparar.

El tiro rápido antes era mi fuerte y ahora es el de Diego y me gustaría que vaya a unos Juegos Olímpicos, pero me encantaría que tenga un entrenador que no sea Rudolf, sino uno que haya estudiado para que le saque más provecho.

Perfil

Nombre: Rudolf Knijnenburg Cordero

Nacimiento: Santa Cruz, 18 de mayo de 1982

Profesión: Tirador deportivo y encargado de Infraestructura y Mantenimiento del Servicio Departamental de Deportes de Santa Cruz.

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