En un lustro de competencias obtuvo cerca de 20 títulos entre locales, nacionales e internacionales, a un promedio de cuatro por año. Ese elevado porcentaje de efectividad y de éxitos caracterizan a Anahí Mamani, quien al menos en estos dos últimos años se consolidó como una deportista de alto rendimiento.
La destacada ajedrecista paceña compite desde los 10 años. A partir de su estreno comenzó a ganar los primeros lugares gracias a un talento innato.
“Estoy muy en serio en el ajedrez, es el deporte que amo y en el que siempre trato de llegar lo más lejos. No pienso parar durante muchos años, voy a seguir jugando porque mi meta es conseguir el título de Maestra Internacional” (el MI es un título otorgado por la Federación Internacional de Ajedrez), enfatiza la joven deportista nacional.
Israel Mamani, padre de Anahí, sostiene que en diferentes averiguaciones con dirigentes del ajedrez nacional ha logrado constatar que en el ámbito nacional en estos últimos años no surgió otro campeón con tal efectividad de éxito como su hija en un lapso corto.
“Hay destacados ajedrecistas en toda Bolivia, todos son muy sacrificados junto a sus familias, muchos compiten desde los cinco años, tienen más nacionales encima, pero con muchos menos triunfos que Anahí, que empezó a competir después ”.
En el ajedrez boliviano actual se destacan jóvenes campeones como el orureño Daniel Titichoca, el mejor en la Sub-16, un talentoso y con actuaciones internacionales. Lo mismo que el cruceño Daniel Pinto, Maestro FIDE, que igual logró títulos sudamericanos; ambos están en el deporte ‘ciencia’ desde hace muchos años, tiempo tras el cual cogieron la cosecha de todo lo sembrado en sus carreras.
“La otra vez contabilizamos como 22 títulos ganados en estos ya casi cinco años, eso es resultado del esfuerzo y dedicación que le doy al ajedrez. Mis papás siempre me dicen que lo primero es el colegio y las tareas, y por eso estudio bastante, pero el tiempo que tengo lo dedico al ajedrez. En un día puedo entrenar de dos hasta cuatro horas”, afirma Anahí.
En esta temporada, Mamani compitió en el Nacional Sub-18, en el que obtuvo el primer lugar, consagrándose campeona nacional, título que le dio el pase para jugar desde la siguiente semana en el Sudamericano en Lima, Perú, donde competirá con ajedrecistas mayores que ella, tal parece será una de las más jóvenes del torneo.
Entre otros títulos conquistados está el departamental paceño de 14 años, también se consagró bicampeona de los Plurinacionales Estudiantiles de Secundaria, que este año se cumplieron en Trinidad y además obtuvo el tetracampeonato nacional en el Sub-14. Al margen de no dejar de imponer su categoría en los certámenes municipales.
En 2016 obtuvo el título sudamericano en Medellín, Colombia, al adueñarse de la presea de oro en los Juegos Escolares Sudamericanos. “Después, al siguiente año, en el torneo sudamericano escolar de Cochabamba, en el que fui la abanderada de la delegación boliviana, logré el bicampeonato. Es cuando reforcé cada vez más mi participación internacional. Así llego a los torneos con mayor experiencia”, agrega.
Desde que comenzó a competir su preparación la hace de manera autodidacta porque no tiene entrenador. Se respalda en el apoyo que le brindan algunos amigos, quienes le prestan libros y otros materiales.
Agradece, asimismo, el respaldo del Maestro FIDE boliviano Paulo Rosso, quien estuvo en las olimpiadas Mundiales en Georgia y le coopera sobre todo para ayudarle a mejorar su técnica.
Anahí no le da importancia a la eficacia que tiene, solo quiere disfrutar de competir en donde hay torneos.
Anahí Mamani junto a su familia. Foto: Miguel Carrasco
Excelente alumna en el colegio
Anahí Mamani considera que la práctica del ajedrez le ha permitido también alcanzar un buen nivel de rendimiento académico en sus estudios en el colegio.
La deportista es sencillamente una gran alumna en el franciscano Fray Bernardino de Cárdenas, categoría que le permitió hace un par de años obtener un premio de la Asociación de Colegios Privados (Andecop) como la mejor alumna de la gestión, con un promedio de notas de 96 puntos, y cuenta que hasta ahora es la mejor alumna en el establecimiento.
“El ajedrez se complementa con los estudios, porque la disciplina que uno tiene en este deporte que amo la aplicó en el colegio. Hay mucha lectura de libros, bastantes ejercicios de las tareas y todo eso me permite estar bien en las diferentes materias”.
Mamani dice que son varios los días en el año que no va a clases, precisamente por asistir a los campeonatos en el país o afuera, pero que cuando se pone al día en las tareas con la ayuda de sus compañeros igual logra buenas notas. “Tengo que agradecer a todos en mi colegio porque me cooperan mucho para ponerme al día con las tareas y con los exámenes, por eso no tengo tiempo para otras actividades”.
Aún está en su mente sus primeros años de competencia en el ajedrez, cuando dio pasos con el profesor Marcio Maceda, con quien perfeccionó su juego y empezó a mejorar su nivel.
Esa base le permitió lograr su primer título internacional en Santa Cruz, de Maestra FIDE.
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