31 mayo 2017

Samuel, pañales a cambio de las medallas de un campeón



“Tengo medallas que las cambio por pañales, todas son de campeonatos sudamericanos”. Ése fue el mensaje que se publicó en Facebook hace menos de una semana y que causó bronca en muchos tarijeños.

Se trata de uno de los deportistas más destacados que nació en Tarija, pero que quedó inválido por un trágico accidente. La falta de recursos económicos lo obligó a poner a la venta aquello que tanto le costó y que ganó en representación de Tarija y de Bolivia.
Su nombre completo es Samuel Camacho Tejerina, más conocido como “Orejas” o el “profe orejas”. Él es uno de los tantos deportistas vinculados al atletismo que sacaron cara por Tarija y Bolivia durante muchos años, tanto así que logró 17 medallas sudamericanas en varias competiciones realizadas en distintos países.
Pero su vida cambió un trágico día de 2008, cuando él retornaba de La Paz de un torneo clasificatorio a un sudamericano que debía realizarse en Argentina. La flota en la que volvía (Copa Moya) sufrió un vuelco y murieron 16 personas, entre ellos varios deportistas de las disciplinas de atletismo y basquetbol. Otras 30 personas quedaron seriamente heridas.
A raíz de este hecho, Samuel quedó inválido. Se le corrió la columna en la T7-T8, tenía dañadas vertebras y casi todas sus costillas se rompieron, quedándole sólo tres costillas sanas. De hecho, una de esas costillas pinchó su pulmón izquierdo, lo que agravó su condición.
Este diagnóstico hizo que en los centros de salud de Tarija ya no le dieran esperanza, razón por la cual tuvo que hacer un esfuerzo personal junto a su familia y se fueron hasta Santa Cruz, donde prácticamente lo “armaron” de nuevo. Para esto le realizaron dos operaciones que costaron cinco mil dólares cada una.
Gracias a estas intervenciones quirúrgicas él hoy puede estar sentado en una silla de ruedas y mover sin ninguna dificultad sus dos brazos y cabeza, empero no puede mover ninguna de sus dos piernas.
Además, posee escaras en las nalgas y para esto debe recibir un tratamiento diario. Toda esta situación hizo que Samuel, quien tiene actualmente 60 años de edad, se vea obligado a usar una sonda y pañales todos los días. Sin embargo, al ser esto muy costoso e insostenible económicamente vio en sus medallas una alternativa para reunir pañales o el dinero para comprarlos.
Consultado sobre sus ingresos y su condición económica actual, él cuenta que está casado 30 años con Eva Cruz Ortega de Camacho, con quien tuvo dos hijos que hoy tienen 24 y 28 años respectivamente. Ambos están en la universidad.
Su esposa tiene una pequeña mercería en el comercial 15 de Abril, pero revela que últimamente no vende mucho debido a la crisis que golpea a todo el país. Sobre él cuenta que como era trabajador municipal en Bermejo, tuvo que acogerse a la pensión por discapacidad debido a su condición, por lo que recibe un bono de 1.200 bolivianos al mes.
El dinero lo distribuye entre gastos de alimentación, servicios básicos para su hogar y parte de sus medicamentos e insumos que necesita (gazas, cintas médicas y pomadas).
Con relación a los pañales, explica que cada paquete de 20 unidades para una persona mayor cuesta 120 bolivianos, mismo que le dura como máximo 10 días, razón por la cual requiere como mínimo tres paquetes al mes. Cuenta que para comprar esto él recibía un aporte de sus amigos y compañeros de trabajo de Bermejo, quienes por el cariño y aprecio que le tienen ponían cada uno 10 bolivianos del refrigerio que recibían en la Alcaldía de Bermejo. Así, juntaba algo de 600 bolivianos, lo que le servía exclusivamente para sus pañales.
Sin embargo, como es sabido, las deudas por salarios en la Alcaldía Bermejo están muy retrasadas, razón por la cual sus compañeros no pudieron continuar con sus aportes y con ello, las provisiones de pañales de Samuel se fueron acabando.
“Desde el momento en que me accidenté no recibí el apoyo de ninguna autoridad o institución y mucho menos de los que manejan el deporte en Tarija o Bolivia. Recuerdo que cuando se hizo una teletón para ayudar a todos los que nos accidentamos sólo recibí dos pasajes de retorno de Santa Cruz. Después de eso, no recibí ningún otro apoyo de las autoridades, no recibí un pañal, una gaza, una sonda, nada”, asegura.
De hecho recuerda que un 25 de mayo que él asistió a la plaza Luis de Fuentes porque se recordaba el Día del Desafío, vio que se acercaban el director del Servicio Departamental del Deporte (Sedede) y el representante de la Alcaldía (no quiere dar nombres), pero cuando ellos lo vieron cerca, se dieron media vuelta y se alejaron de él “como si yo sería un leproso”, reniega y relata que eso le dio mucha bronca, por lo que ése fue uno de los principales motivos por los cuales nunca fue a pedir trabajo o algún aporte a esas instituciones.
“Nosotros merecemos respeto y no podemos estar mendigando o que nos hagan sufrir. Gracias a Dios nunca les fui a pedir nada, siempre tuve amigos que estaban viniendo y dándome una mano, trayéndome un pañal o unos pesos para que pueda subsistir”, añade.
De esta manera, cuenta que durante todo este tiempo y pese a las condiciones en las que quedó, siempre tuvo el apoyo de la gente de Bermejo, deportistas y otras personas que de una u otra forma le hicieron más llevadera su vida.
“Tengo un amigo de aguas blancas, Goyito Pantoja, que para el Día del Padre me trae un pedazo de carne, me hace un asado, me trae un vinito y así los amigos siempre están llegando. Hasta el paraguayo Arístigues Nuñez que juega fútbol, vino un día y me hizo un asadito. También siempre estuvieron doña Paolita Cardozo, los hermanos Tejerina y la gente de Bermejo que me visita y me da una mano, de a 50, de a 100, el apoyo es incondicional y con eso voy subsistiendo”, relata.
Samuel no se quiere olvidar de una de las personas que más apoyo le brindó cuando estaba en pleno proceso de recuperación en Santa Cruz. Alguien a quien no conocía mucho, pero que veía entrenar de niño en Bermejo. Se trata de Juancito Vega, quien cuando Samuel estaba postrado en la cama de recuperación, le llevaba pescado todos los días para su alimentación. “Me llevaba sopa de pescado, pescado frito, pescado a la parrilla, me hizo comer hasta piraña y eso creo que fue lo que me ayudó a recuperarme”, dice agradecido.
Samuel afirma que tras su publicación recibió una oferta de hasta 8.000 bolivianos por una de sus medallas sudamericanas, pero sus amigos y compañeros de Bermejo reaccionaron al post en Facebook y le llamaron para decirle que no venda sus medallas, que ellos retomarían “como sea” el aporte de los 10 bolivianos y así organizaron el lunes pasado una recaudación para ayudarle. De hecho se comprometieron a darle ese aporte mensual de por vida.
Cuenta también que debido a su publicación, representantes de la Gobernación de Tarija lo visitaron a nombre del gobernador, Adrián Oliva, y le prometieron ayuda en lo que necesite. Dice que se comprometieron a darle una silla de ruedas con motor y a conseguirle una oportunidad de trabajo, para que pueda dar charlas motivacionales y consejos a los atletas.
De esta manera, Samuel Camacho espera que el compromiso pueda hacerse realidad, pues uno de sus sueños más grandes es poder volver a la pista de atletismo en el Estadio y poder entrenar o al menos ayudar a las nuevas generaciones.

REPERCUSIONES Y EL SUEÑO DE SAMUEL

Cambio
Hace una semana atrás el ex campeón tarijeño publicó un en su perfil de facebook, desde un celular que le regalaron, que estaba dispuesto a dar sus medallas sudamericanas a cambio de pañales.

Molestia
A raíz de la publicación de Samuel, varias personas hicieron notar su molestia contra las autoridades del deporte y la institucionalidad tarijeña, por dejar abandonadas a personas como el ex campeón.

El sueño
Uno de los anhelos de Samuel es tener una silla de ruedas con motor para que pueda ir de esa manera hasta el estadio e intentar conseguir alguna fuente laboral, aunque sea de medio tiempo, ayudando al deporte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario