Ni ella misma imaginó a un principio que llegaría a consagrarse en ese sitial llevando en alto el nombre su tierra. De un simple pasatiempo, el destino se encargó de encaminarla hasta cosechar lauros.
Abrió sus ojos el 28 de octubre de 1985, sus estudios primarios y secundarios los realizó en el colegio "Donato Vásquez", posteriormente cimentó su vida profesional en la Universidad de Aquino Bolivia (Udabol) en la carrera de Ingeniería Comercial.
Hace pocas horas Jhovanna consiguió el subcampeonato en la ciudad de Cochabamba, en las modalidades de Bola 8 y Bola 10. Aquella situación le permitió estar como la segunda mejor billarista de Bolivia, pero no solo eso, sino que también se ganó el derecho de participar en un torneo Panamericano que se desarrollará en la República Argentina, muy posiblemente en agosto de este año.
RECUERDOS
Mientras celebraba anoche en la Llajta, por la cabeza se le pasó como un flash, todos los recuerdos que le permitieron llegar a esta consagración, aunque uno siempre espera en ser el mejor, sin embargo, es la espina que espera sacarse el próximo año en los torneos que se vayan a realizar en este deporte.
En el 2007 cuando ya estaba en la universidad, la billarista orureña aprovechaba los tiempos de ocio para llegar hasta un taco que se encontraba en la avenida 6 de Octubre.
Lo que al principio era un pasatiempo se fue convirtiendo en su pasión. La idea era practicar ese deporte desde lo más básico, agarrar el taco, luego las posturas del cuerpo y los efectos. Todo aquello significó en ella asumir disciplinadamente cada práctica.
La primera prueba de fuego, llegaría al participar en un campeonato interno en el salón de billar donde dio sus primeros pasos. Su participación fue destacada y sobresalió, aquella situación no pasó inadvertida por aquellas personas que ya practicaban este deporte y se fijaron en ella para que pueda competir a nivel departamental y nacional.
Sin embargo, tuvo varios escollos al principio, uno de ellos, superar la concepción machista respecto a que la mujer no podría asumir la responsabilidad de practicar un deporte de esas características, sin embargo, con el tiempo fue tapando la boca de propios y extraños. Su primer club fue "Taurus", luego pasó al "IV Centenario", club afiliado a la Asociación Departamental de Billar Oruro.
Su roce nacional se estableció el 2014 cuando participó en el nacional en Sucre. Paradójicamente, era la única representa orureña en la categoría damas en la modalidad Bola 8. Aquel campeonato significó mucho para ella, pese a no terminarlo por razones personales. Fue su debut y jugó contra grandes exponentes del billar boliviano de La Paz, Cochabamba y Sucre.
A partir de ese momento, Jhovanna fue adquiriendo más confianza y cosechando éxitos en alguna de las modalidades del billar, Bola 8, Bola 9 o Bola 10. Los comentarios de los "machistas" los fue pisoteando con sus actuaciones y de esa manera se fue consolidando como una verdadera promesa orureña en este deporte.
También asistió a otros campeonatos nacionales en Sucre, Potosí y siempre dio lo mejor de sí para quedar en lo más alto del podio. En ocasiones tuvo que enfrentarse a rivales de peso, pero aquello significó para ella, un constante aprendizaje, para manejar la situación y luego rematar el encuentro.
La billarista orureña ha demostrado que no hay nada imposible para ella y considera que si ella pudo llegar a ese sitial, otras señoritas también lo pueden lograr, solo es cuestión de dedicación, perseverancia y destruir los cánones machistas de una sociedad, que solo origina postergar a la mujer.
Cuando empezaba seriamente en este deporte imaginó un día no muy lejano representar a Bolivia en un torneo internacional, ahora que pasó ese tiempo, tiene la misión cumplida, porque muy pronto nos representará en un torneo Panamericano.
Ahora su objetivo es seguir practicando, mejorar su juego y seguir avanzando para consagrarse como la mejor billarista de Bolivia.
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