Su pasión por las carreras de aventuras lo llevó a crear una competencia de 50 kilómetros sobre piedra, lodo, montaña y a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar. Se atreve a llamar “locos” a todo su ejército que lo sigue en sus pruebas. Roberto Moreno Lijerón fue elegido hace más de una semana y media como el único representante oficial de la Asociación Internacional de Carreras Trail (ITRA, por sus siglas en inglés) para Bolivia. Se está postulando para el directorio internacional y quiere crear un circuito de carreras en el continente para hacerle frente a Europa y promover el turismo en la región. Es el creador y promotor del circuito "Bolivia Xperience Traril Running Tour", que consta de cinco pruebas.
P. Sos el primer representante ITRA en Bolivia, ¿cómo fuiste electo?
R.M.: La ITRA se fundó en 2013, se regularizó y ahí fueron las primeras elecciones, no existía un representante de la ITRA en nuestro país. Hace una semana y poquito hubieron las elecciones. En las elecciones vos podías candidatear, yo era el único (de Bolivia). Los aptos para votar eran todos los corredores con puntaje ITRA de nacionalidad boliviana. Yo represento a unos 150 corredores más o menos ya con puntaje internacional.
P. Ahora que sos representante de Bolivia apuntás al directorio internacional, ¿cuáles son tus planes dentro del directorio?
R.M.: Yo voy a hacer el jodido de Sudamérica. Porque las otras gentes llevan varios años ahí y yo soy como el que quiero entrar con nuevas ideas, que está más fresquito, el que todo. Voy a candidatear al directorio (internacional) de la ITRA pero qué es lo que quiero. Quiero unirme con Brasil, con Argentina, con Perú para poder hacer fuerza como continente y darle guerra a Europa. A qué me voy con eso. Europa se lleva todos los mejores eventos, toda la mejor plata, todos los mejores corredores, porque obviamente tiene calidad.
P. ¿Cómo llevarás adelante eso?
R.M.: Si nos unimos como continente y hacemos una carrera madre que sea en Sudamérica, tan grande como las que hay en Europa, obviamente yo con mi autonomía, Argentina con su autonomía, Brasil con su autonomía y todo lo demás, pero bajo un mismo nombre, por decirte: Serie Sudamérica. Que sea tan grande para poder llamar a los europeos y que vengan aquí y no que los sudamericanos vayan allá.
P. ¿De dónde nace todo esto?
R.M.: Es pasión la que me lleva, más que nada, me encanta, tengo un grado inmenso de locura, aunque la locura yo lo hago responsablemente. La locura es un show, pero nunca voy a dejar de asumir mis responsabilidades como empresario y como organizador con referencia a la seguridad, con todo lo que tiene que recibir un corredor. Yo puedo hacer que se revienten en la lluvia, en la arena, en donde le dé la gana, pero les tengo que generar esa confianza de que si algo llega a pasar yo voy a estar ahí con ambulancias.
P. ¿Hasta dónde querés llegar con tus circuitos de carreras?
R.M.: Comencé el año con “Vulcania” con 26 kilómetros, tuve en promedio 200 corredores, ahora “Rutas Ancestrales”, y cada vez le estoy dando más cuerda al corredor. Le di 26km, le di 33km, cada vez le doy más distancia, más altura, más dificultad. En Comarapa con “Laguna Verde” voy a estar bordeando los 40km y los voy a hacer correr de noche. Es otro condimento que le voy a poner. Tenés frío distancia, altura, cosa que cuando llegue en noviembre los 50km tenga más de 200 corredores. Con eso yo ya puedo tener un currículum y decir “somos Bolivia y tenemos una ultramaratón con corredores tanto…” para entrar a ese club de “machangos” de Sudamérica, podríamos decir.
P. ¿Cuáles son los problemas a la hora de organizar una carrera?
R.M.: Es la falta de cultura y lo cómodos que somos todos. Es más fácil decir “llámame, traérmelo” y no seguir las normas. Eso nos pasa al camba, al boliviano. Somos así, es más fácil decirle a un amigo “oye no me cierre el banco que ya estoy llegando”. Sabés que el banco se cierra a las cuatro y no llegaste porque la vuelteaste. Con el cierre de inscripciones soy totalmente fijo, La cierro y la cierro. El tema de cambios, ese es un gran problema, por ejemplo.
P. ¿Tenés alguna anécdota?
R.M.: Me pasó en Vulcania. Resulta que José, que no corrió, se lo dio su número a Marcelo, que sí corrió, e hizo un tiempazo con los datos de José. Y yo que no me di cuenta y no los conocía a todos lo subí ese tiempo y resulta que la persona que venía de segundo, me agarró y me reclamó que José no había venido a correr, está su tiempo ahí, encima me ganó y yo podría haber hecho podio. Se armó un despelote. Porque Marcelo, que corrió por correr, le hizo un tiempazo al chip de José. Ese tipo de problemas genera todo ese desorden al que estamos acostumbrados y quiero intentar acomodar. Si fuera más dramático, imaginate que Marcelo se accidentó, se fue con tu número al seguro y resulta que era alérgico a alguna cosa que José no y lo pasamos.
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