29 mayo 2017

Marcia, la alteña que sintió curiosidad y abrió un billar

Marcia, una mujer de pollera de 29 años, cruza las puertas de vidrio y entra al moderno salón de billar con paso sigiloso, como intentando ser vanamente compasiva con un suelo inerte que en absoluto siente sus pisadas.

Tal vez por el hecho de haber tenido que alejarse de su casa en El Alto y de sus hijas Esmeralda y Karen por unas pocas horas (que luego confirmaremos, para ella son eternas). Quizás porque experimenta ansiedad debido al reto que enfrenta. Lo cierto es que prefiere mantener el perfil bajo en un sitio que le sabe tan nuevo y acogedor como desconocido (mesas de pool de primera y ambiente con vetas rockeras).

Será así por algunos minutos, los mismos que demorará en familiarizarse.

De pronto, su “armadura” se viene abajo. Algo se activa en ella, que ya comienza a desprenderse del sigilo con el que ingresó al lugar y apuesta, en contrapartida, por pasos firmes que aseguren su pisada.

Ese “algo” que hace click en sus adentros y se proyecta en forma de determinación repentina es lo que muchos llaman “pasión”. El contacto de Marcia con el taco y con la mesa de billar la ha transformado.

Toma la tiza, la acerca a la punta del palo, se prepara para entrar en acción y, luego, brinda un espectáculo gratuito con su talento y su puntería.

Marcia López es billarista y compite a nivel nacional. Practica hace unos siete u ocho años, no recuerda con exactitud. Se animó a tomar el taco un día en el que estaba aburrida dentro del pequeño salón de pool en el que trabajaba, cuando ayudaba con los quehaceres y veía todo desde afuera.

No tenía idea del aspecto técnico (ello llegó con el tiempo y con la orientación de su esposo, quien le dio algunos consejos), pero no dudó y escogió este deporte. “Me gusta, más que todo, la modalidad de Bola 8. Es más estudiada y analizada. Tiene, en sí, todo”, cuenta la alteña, que magnificó la apuesta y ahora abrió un salón de pool en Río Seco, lugar en el que vive.

“Ya está funcionando. Se llama Salón de Billar Bola 8 El Rey. Yo quisiera que se animen todos a participar. Es muy lindo”, alienta la mujer, que se confiesa admiradora de la cochabambina Nataly Camacho, quien precisamente salió campeona del Nacional de Bola 8 y 10 que concluyó ayer en Cochabamba.

Y como está permitido soñar, Marcia lo hace. Por ello, anhela ganarle una partida, algún día, a Camacho. De momento, la consigna es lejana, pues se trata de la número uno no solo de Bolivia, sino también a nivel bolivariano.

Estuvo de paso por la Llajta, donde compartió certamen con Nataly. Haber estado lejos de sus hijas la conmovió. “Las extraño mucho”.

29 años tiene Marcia López, quien está casada con Leonardo, el hombre que la motivó a aprender a jugar con

técnica.

Dejó el pool durante dos años

Marcia tuvo que dejar de practicar billar por casi dos años.

Cuenta que debió hacerlo por el trabajo y la falta de tiempo con el cuidado de sus dos niñas Esmeralda y Karen, de 7 y 9 años.

Sin embargo, siempre estuvo latente su gusto por el pool y ello la motivó a regresar con más fuerza y ganas que nunca.

“Estoy volviendo. No había forma de practicar. No había tiempo. De todos modos, no me olvidaba. Siempre quería volver”.

No comenzó su incursión en mesas oficiales, sino de forma improvisada.

Aún así, la paceña consiguió un cuarto puesto meritorio en el Selectivo local de 2011, algo que los dirigentes paceños aplaudieron.

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