Hace unos días, el cruceño Roland Keller logró otro título para Bolivia junto al chuquisaqueño Conrrado Moscoso en la categoría dobles tras vencer a su similar de Canadá por 2-1, en el Panamericano de Barranquilla, en Colombia.
En esa oportunidad, su hermano Carlos, también sumó una medalla dorada en la categoría singles al ganar a su similar de Canadá por 2-1.
La familia de los hermanos Keller ofreció una emotiva bienvenida a los ganadores a su retorno a Bolivia.
"Mi papá no se cambia por nada, también mi abuelita, todo el tiempo comenta lo que hicimos", cuenta Roland, de 29 años, y señala que la felicidad de las personas que lo apoyan es una de sus motivaciones.
Roland también lleva en su corazón a su mamá que falleció hace poco y cuenta que el recuerdo de su sonrisa tras cada competencia, lo motiva a seguir su carrera deportiva, que nació como un juego con sus primos.
El joven cruceño recuerda que su acercamiento al deporte se dio a través de su prima María José Vargas, también destacada ráquetbolista, quien junto a sus hermanos practicaba el deporte.
"Me invitaba (a jugar) por diversión. Obviamente, fui aprendiendo", recuerda Roland y cuenta que en 2020, su papá les regaló a él y su hermano una membresía al club Urbarí y pudieron dedicar más tiempo a su entrenamiento.
"En mi primer torneo no me fue bien y no me gustó esa sensación y dije: "yo la próxima tengo que ganar" y así empezó todo", señala.
El camino desde entonces tuvo escollos, sobre todo financieros. Los deportistas que ganan cupos en torneos, muchas veces, deben costear su alimentación, estadía, y pasajes.
En 2017, una publicación del raquetbolista en su cuenta de Facebook, en la que pedía ayuda para económica para asistir a un torneo internacional, se viralizó. Se logró recaudar el apoyo necesario y se puso una vez más sobre la mesa el tema del poco apoyo para los representantes nacionales por parte de instancias estatales.
Desde ese entonces, la situación ha cambiado poco. Los hermanos lograron que la Gobernación de Santa Cruz ayude con los pasajes para llegar a sus competencias, y tienen un contrato anual con la Boliviana Ciacruz, pero el tema de alojamiento y alimentación aún va por cuenta de ellos.
"Yo siempre tengo en mi cabeza que no voy a tener ese apoyo e intento por mi lado buscar con empresas privadas. Gracias a Dios, tengo un apoyo significativo con Tigo, me cubrió mi hospedaje y yo tuve que sacar un poco para mi alimentación", relata Roland.
Si bien Keller es parte del programa de becas Tunkas, aún no recibieron este beneficio que espera ayude a amortizar gastos más allá de las competencias.
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