Catavi es un centro minero ubicado en el Norte del departamento de Potosí, el cual desde épocas inmemorables ha contado con ricas vertientes de aguas termales, motivo por el cual en la década de los 60, varios niños y jóvenes comenzaron a practicar el deporte de la natación a nivel competitivo, mismo que hoy por hoy se han convertido en entrenadores renombrados quienes imparten sus conocimientos en distintos departamentos del país.
Al respecto el ex nadador y ahora entrenador, Eduardo Quillaguaman, comentó: "Los entrenadores cataveños, estamos desparramados por toda Bolivia, por ejemplo el entrenador de la selección nacional Marco Ramírez, hizo desarrollar la natación en Cochabamba. Aquí en Oruro se tiene a Fidel Marca, del club Alemán, Eustaquio Meneces con los Delfines, el Club Olímpico de Elva, Marta y yo, son algunos de los muchos que estamos en todas partes".
Para saber un poco más sobre el comentario de Quillaguaman, apelamos al libro "Catavi, cuna y paradigma de la natación boliviana", escrito por Martirian Oropeza quien fue entrenador, y resalta la importante participación a nivel nacional de los nadadores cataveños desde 1961. Textualmente en su libro indica:
"La segunda promoción, fueron los que modificaron casi la mayoría de los records nacionales en todas las categorías en varones, exceptuando el campo femenino. Fue Así que se retuvo el campeonato nacional por 13 años consecutivos".
Entre los deportistas que marcaron historia en la natación se encuentran: Tomás Bravo, Víctor Amurrio, Ernesto Romero, Zenón López, Víctor Trujillo, José Mercado, Ronaldo Encinas, José Huarita, Raúl Martínez, Víctor Rodríguez, Daniel Jaimes, Miguel Vega, Martín Veizaga, Iván y Carlos Robles, Lalo Claure, Simón Roselio, Justo Gómez, Eustaquio Meneses, Evaristo Quintanilla, Eduardo Quillaguaman y otros tantos más.
Asimismo, Justo Gómez, quien fue galardonado como campeón en salto ornamental de manera consecutiva desde 1964 hasta 1979 en su libro "Memorias de un Obrero", narra los notables logros que se tuvo, destacando que la entereza de los deportistas se encontraba en querer ser los mejores de Bolivia, por lo que tenían una rutina de entrenamiento estricto en las aguas más pesadas que tiene la piscina de Catavi, mismas que lograban exigir aún más a los nadadores.
Eduardo Quillaguaman, es uno de los pocos nadadores destacados de la época, quien actualmente radica en Oruro y puede narrar su experiencia como nadador cataveño.
"En Catavi, existían baños para empleados y obreros, era una sociedad clasista, al principio se entrenaba en un baño de 4x6 metros se llamaba declive, eso era antes de que se construya la piscina, comencé en un campeonato nacional donde salí segundo, después de eso me convocaron para ser parte de la selección", recordó.
Según rememora Quillaguaman, la natación en esa época se encontraba en su estado embrionario, donde se realizaba algunos ejercicios de calentamiento para luego ingresar al agua, donde se tenía la rutina durante la semana de nados de resistencia, los sábado la práctica de saltos de carril y los domingos nados de velocidad.
Entre las anécdotas que recuerda el nadador, luego de una pausa prologada por problemas de salud, Quillaguaman participó en 1991 en las olimpiadas universitarias en representación de la Universidad Técnica de Oruro, donde al ver que él superaba los 40 años, no era tomado en cuenta por el entrenador del equipo, sin embargo por su ímpetu de querer participar terminó demostrando que su entrenamiento en Catavi aún tenía predominación en su nado, tras ganar por mucho a los jóvenes que no daban crédito de su velocidad en el agua.
De esta forma quedó la representación orureña en el quinto lugar en la tabla de posiciones de entre los nueve departamentos participantes.
Quillaguaman, en su entorno personal indicó que ya se encuentra retirado de la natación tanto como competidor y como entrenador y que en los últimos años se ha dedicado a escribir artículos y libros sobre sindicalismo y que actualmente investiga sobre la minería en Bolivia.
Par finalizar, el ex nadador cataveño reflexionó indicando: "Para la natación no existen límites en la edad, uno puede empezar desde muy pequeño y una persona de la tercera edad también puede seguir nadando, es lo mejor para la salud, porque cuando se quiere conseguir algo, se puede".
De esta forma muchos baluartes en la natación que dieron sus primeros pasos en esta disciplina en Catavi, actualmente son valorados en todas partes como los precursores de la natación a nivel competitivo en Bolivia.
En su libro Martirian Oropeza, puntualmente afirma: "Catavi, brilló en el firmamento del deporte de la natación por más de dos décadas, buscando permanentemente en cada participación nacional, la mejor de las marcas".
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