El piso del coliseo que posee la Universidad Mayor de San Simón (y que servirá para los partidos del bádminton en los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018) es de cemento y debe ser cambiado por uno de madera.
Esa es la exigencia primordial que hizo el presidente de la Confederación Suramericana, el chileno Raimundo Lizama, quien sugirió también que el suelo tenga amortiguación mediante una suerte de colchoneta interna.
El trasandino, que inspeccionó ayer el escenario deportivo, celebró el hecho de que la obra sea parte de una casa universitaria y sugirió que, a futuro, el bádminton sea incorporado dentro de la malla para que sea un “legado”.
“Está bien en logística, ubicación y tamaño. No es abierto y no tiene filtraciones de aire, pero su piso debe ser modificado. El bádminton es un deporte en el que se salta mucho. El tema de iluminación, por otro lado, es muy fácil de solucionar. El gimnasio, como tal, cumple con todas las condiciones”.
Tres pistas y una de calentamiento bastarán para los Juegos del año próximo, según Lizama, que recordó que serán seis días de competencias.
Por su parte, el presidente de la Federación Boliviana de Bádminton, Jorge Pardo, agradeció las instrucciones y celebró también que el colombiano Fabio Ramírez, titular de la Comisión Técnica de Odesur, se encuentre en Cochabamba.
El programa que sigue el Comité Organizador de los Juegos Suramericanos y en el que intervienen las confederaciones continuará el martes, con la visita que registrará el argentino Osvaldo Maggi, de la disciplina del ráquetbol.
La intención del Comité es tomar las recomendaciones de las entidades experimentadas para mejorar en aspectos técnicos y formación de los valores deportivos.
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