Impulsar el deporte en Bolivia va más allá de la construcción de ambientes deportivos. Lo que realmente necesita un deportista es entrenar científicamente.
Según el gerente deportivo del Country Club de Cochabamba y expresidente de la Federación de Atletismo de Bolivia, Marco Antonio Luque, los deportistas en general deben ser evaluados -más que por entrenadores- por equipos tecnológicos que emitan datos sobre su evolución en el área que se desempeñan. Según Luque, actualmente los entrenadores de atletismo siguen parámetros personales y no están respaldados por la tecnología, no obstante recuerda que cerca al año 1995 el país contaba con una serie de equipos que impulsaron el deporte nacional.
Uno de ellos era una especie de alfombra que podía medir la fuerza de cualquier deportista. “Ese entonces valía más de tres mil dólares, ahora sólo debe estar a 500”, señala Luque, a tiempo de agregar que la obtuvieron gracias a una donativo de Alemania.
La alfombra estaba conectada a una computadora que registraba la intensidad de fuerza del deportista luego de una serie de saltos.
INNOVACIONES Otro de los aparatos de gran utilidad aquel entonces, según Luque, era un medidor de Lactato.
Gracias a este equipo, el personal calificado extraía sangre a los deportistas y media su nivel de Lactatemia. Este indicador mostraba una estrecha relación con la intensidad de ejercicio físico que realizaba el deportista.
Ambos aparatos permitían conocer a detalle la evolución del deportista, sin embargo actualmente no existen porque -a falta de recursos económicos- no se realizaron los mantenimientos necesarios, ni se encontró al personal indicado que sepa cómo usarlos.
Entre tanto, son pocos los entrenadores del departamento que someten a sus deportistas a pruebas científicas porque no tienen dinero para invertir en este tipo de tecnología.
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