Bolivarianos se estructuran

CIFRA

50

millones de dólares

demandaron en inversión y gastos de operación los XVI Juegos Deportivos Bolivarianos Sucre 2009; el nuevo evento aún no tiene un presupuesto definido.

Con el propósito de cumplir un trabajo de apoyo en gestión deportiva, técnica y logística en las etapas de planificación y ejecución de los I Juegos Bolivarianos de la Juventud Sucre 2020, empezó a funcionar la Unidad de Coordinación Nacional e Internacional del certamen regional.

Esta instancia desarrollará su trabajo en cinco etapas de apoyo técnico y logístico: planeamiento básico, planeamiento estratégico, planeamiento de operación a detalle, eventos de prueba y celebración de los Juegos (ejecución).

El coordinador General de los I Juegos Deportivos Bolivarianos de la Juventud Sucre 2020, Mario Quinteros, indicó que son cinco los objetivos que se pretende alcanzar.

El primero es lograr el apoyo técnico y logístico al Comité Organizador, vía Comité Olímpico Boliviano (COB), en estrecha coordinación con la Organización Deportiva Bolivariana (ODEBO), de acuerdo con las normas establecidas.

Asimismo, indicó que se busca lograr un trabajo en equipo en la comunión de varias instituciones comprometidas con la organización de los Juegos.

Coordinar con el Comité Organizador para el mejor desenvolvimiento de sus actividades, es otra de las tareas. Así como facilitar la interrelación institucional para la eficiencia en la concretización de los objetivos y, finalmente, apoyar para el desarrollo exitoso de la celebración de los I Juegos Bolivarianos de la Juventud.

RESERVAS POTENCIALES

Para Quinteros, estas justas regionales de la juventud al ser las primeras de la historia se constituyen en un “doble honor” para Sucre, que en 2020 recibirá a cientos de atletas de alto rendimiento de los países bolivarianos.

“Por lo tanto, se espera y se confía mucho en nuestras autoridades y el propio Comité Organizador para desplazar todos los esfuerzos de manera conjunta con la ciudadanía para que estos juegos sean exitosos”, remarcó.

Aseguró que los Bolivarianos dejarán como herencia, además de las nuevas infraestructuras a construirse, un mayor grado de cultura deportiva y fortalecerán la integración.

“La explotación de los valores olímpicos de la amistad, el respeto a la excelencia y la paz a través del deporte principalmente, y los legados tangibles también dejarán herencia para nuestro presente y futuro”, subrayó.

Enfatizó que en lo deportivo con el comienzo de este nuevo ciclo olímpico juvenil, la aspiración es crear “reservas potenciales competitivas” de modo que en el futuro se pueda conseguir la primera medalla olímpica para el país, sobre una base de trabajo en alto rendimiento, siendo importante la continuidad de trabajo de preparación para los atletas jóvenes nacionales pos juegos.

LOS AVANCES

La sede Sucre fue elegida el 10 de noviembre de 2017 y en agosto de 2018 se posesionó al Comité Organizador.

Desde entonces se viene avanzando en la construcción de la estructura jurídica para las funciones y operaciones del Comité Organizador, que podrá iniciar su trabajo en enero de 2019.

Asimismo, se va elaborando proyectos a diseño final y gestión para construcciones de nuevas infraestructuras deportivas mediante el Gobierno Municipal de Sucre, la Gobernación de Chuquisaca y el Gobierno central.

Actualmente se expone a las autoridades el plan de preparación de atletas, que inéditamente tendrá un periodo de más de un año con miras a los I Juegos Bolivarianos de la Juventud.

Este evento deportivo se disputará cada cuatro años con el objetivo de convocar a 2.500 deportistas de los países bolivarianos (Ecuador, Colombia, Perú, Venezuela, Panamá, Bolivia y Chile). No habrá países invitados pese a que inicialmente se pensó en Guatemala, República Dominicana, El Salvador y Paraguay.

INFRAESTRUCTURA NUEVA

La herencia de los XVI Juegos Bolivarianos de 2009, cuando Sucre se estrenó en el plano internacional, fue muy importante porque tuvo el aporte de los tres niveles de gobierno (Central, Departamental y Municipal), por lo que ahora se debe seguir trabajando para un nuevo legado deportivo y social.

Quinteros considera importante construir la segunda fase de la Villa Bolivariana al estilo olímpico, edificando un módulo o dos en el Complejo Deportivo de Garcilazo (proyecto integral), que en la etapa de los Juegos sea denominada Parque Bolivariano de la Juventud, y que en el futuro inmediato tenga la visión de ser el primer Centro de Alto Rendimiento Municipal, con buenas condiciones de servicios técnicos y logísticos.

“La población deportiva de Sucre demanda proyectos modernos como el Velódromo Bolivariano, además de canchas de Bádminton, Squash, Frontón; campo de Arquería, Campo Deportivo de Beisbol y un pabellón multideportivo para competencia de Balonmano”, concluyó el flamante coordinador.

EL DATO

Homologación de escenarios

Las instalaciones deportivas, incluidas las nuevas, deberán contar con el equipamiento moderno y homologado con proyección para futuros grandes eventos.