En el mismo equipo, el de Codesur, estaba también el ministro de Deportes, Tito Montaño, quien decidió desempolvar sus botines con la anotación de por medio, la que inauguró el marcador.
El presidente del Estado, Evo Morales, reforzaba el cuadro rival.
Ese fue el contexto en el que se produjo la presentación del Casto Méndez, el recinto deportivo que fue entregado formalmente, cuando restan 28 días para la apertura de los Juegos. Le antecedió el jueves pasado el coliseo Evo Morales, que acogerá el tenis de mesa.
El Méndez, que acogerá la disciplina del voleibol, presenta mayor iluminación, pintura nueva en las graderías y camarines remozados, lo que, según el gobernador Iván Canelas, convierte a la obra en “una de las mejores de Bolivia” (la inversión en las refacciones supuso 2.5 millones de bolivianos).
En la cita estuvieron las mascotas Nuna y Juki; además de los voluntarios de los Juegos, distinguidos según colores.
COCHAVOLUNTARIOS La nota curiosa fue que las personas que decidieron desempeñarse como voluntarios se denominan “cochavoluntarios”.
Durante el acto, parte de la organización procedió a repartir folletos explicativos sobre los valores del olimpismo y el “decálogo del cochavoluntario”. Este último, entendido en 10 preceptos que exaltan la “humanidad”, vocación y compañerismo”.
“Estamos en la etapa final con rumbo hacia los Juegos Suramericanos”, expresó Morales. La siguiente semana se entregarán también los escenarios de la Costanera, la cancha de hockey (número 2) y el estadio Félix Capriles.
En el caso del Casto Méndez, la asesoría de los conocedores (exjugadores de voley) fue esencial, aspecto que el Mandatario destacó en el acto.
“Cochabamba tiene la mejor medalla de oro porque después de los Juegos nos vamos a quedar con estos escenarios”, manifestó Canelas.
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