El boliviano Simon Breitfuss finalizó hoy el eslalon gigante de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang en el puesto 43º, lo que le sirvió para erigirse en el mejor colocado de los esquiadores latinoamericanos inscritos para la prueba.
Con un tiempo acumulado en las dos bajadas de 2 minutos 32 segundos y 25 centésimas, Breitfuss concluyó a más de 14 segundos del ganador de la medalla de oro, el austríaco Marcel Hirscher.
"Fue un día Ok. En la primera manga fue como un entrenamiento para mí, para conocer la pista y los esquíes, ya que tengo nuevos esquíes. En la segunda, esquié mejor, con más confianza", afirmó tras la carrera.
"Son carreras muy especiales, con los mejores del mundo, que tienen técnica y fuerza. Mi plan es ir mejorando. Ojalá la próxima temporada tenga más fuerza y experiencia para ir más rápido. Cuando regrese a Europa, haré las últimas carreras de la temporada para mejorar mis puntos y en verano (boreal) tengo que trabajar mucho la condición física", explicó.
Simon Breitfuss, de 25 años, mejoró así el 45º puesto que había logrado en el Super-G el viernes, y el 47º que firmó en el Descenso el jueves.
Tras este recorrido, solo le falta a Breitfuss participar en el eslalon en Pyeongchang.
Breitfuss, uno de los dos representantes de Bolivia en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang, había sellado el martes su participación en la Combinada con un 49º puesto en el Descenso y con una descalificación en el Eslalon de la prueba.
Triunfo de Hirscher
El esquiador, nacido en el Tirol austríaco, después de seis años de trámites con la federación boliviana, obtuvo la nacionalidad en 2015.
El austríaco Marcel Hirscher, mejor esquiador del mundo los últimos seis años, conquistó este domingo su segundo título olímpico al hacerse con el oro en el Gigante de Pyeongchang.
Breitfuss volverá a Bolivia una vez que termine la temporada en Europa. "Tal vez en mayo, me voy en el primer avión a Bolivia. Durante la temporada estoy en Austria como base para la mayoría de las carreras", señaló.
"Ahora voy menos, pero antes más, ya que tengo muchos entrenamientos en Europa. Suelo estar unos cuatro meses al año allí", dijo.
"Bolivia me gusta, soy parte del país. Me siento bien", indicó.
Breitfuss espera que estos Juegos le sirvan para llegar en mejores condiciones a los próximos dentro de cuatro años, en Pekín-2022.
"Ese es el objetivo, ir ganando experiencia para los próximos Juegos y el próximo año el Mundial y la Copa del Mundo", afirmó.
Breifuss sueña con que estos Juegos sirvan para que Bolivia se siga acercando al esquí. "Antes, el deporte del esquí alpino era muy popular y ahora no tanto, pero la gente se está interesando y creo que les puedo ayudar a tener un buen nivel. Una pista para esquiar para la gente, sería para mí un plan muy grande", concluyó.
Breitfuss, que visitó por primera vez Bolivia en 2000, acompañando a su padres, que era profesor de esquí en Argentina, quiere dar un empujó a este deporte en su país adoptivo.
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