Bolivia, con el 32º puesto de Simon Breitfuss en el eslalon de Pyeongchang-2018, logró el mejor resultado de la historia del país andino en los Juegos Olímpicos de Invierno, y el presidente de la federación, Juan de Dios Guevara, se muestra optimista de cara al futuro.
"Hemos regresado después de 26 años y ya es una felicidad haber logrado la mejor clasificación de la historia", afirma Guevara, presidente de la Federación Boliviana de Ski y Andinismo (FEBSA), en una entrevista con la AFP.
Hasta ahora el mejor resultado de Bolivia en unos Juegos había sido el puesto 34 de Scott Sánchez en el eslalon gigante de Sarajevo-84. Cuatro años más tarde, en Calgary-88, Guillermo Ávila había terminado en el lugar 38 en eslalon.
En esos Juegos, Bolivia había participado con ocho esquiadores, antes de estar en Albertville-92, con otros ocho, para tener a continuación un vacío de 26 años.
Bolivia estuvo en Pyeongchang con dos deportistas, Simon Breitfuss, nacido en Austria, y Timo Gronlund, de origen finlandés, que fue 105º en la prueba de 15 km de esquí de fondo.
Breitfuss, de 25 años, también fue 47º en descenso, 45º en supergigante y 43º en gigante, sin terminar la combinada.
El 'Boom' Breitfuss
El esquiador nacido en el Tirol austríaco fue una auténtica atracción mediática en Pyeongchang por su simpatía y encadenó entrevistas con la prensa internacional.
"Es un boom y queremos aprovechar ese boom. Simon ha estado en portadas de periódicos. Eso para nosotros es nuevo y lo queremos explotar", señala Guevara.
"Queremos crear una cultura del deporte de invierno ya que tenemos el ecosistema ideal, la altura, que para muchos deportes como el esquí de fondo, ayudaría a tener unos deportistas de alto nivel. ¿Y por qué no soñar una medalla en el futuro? Eso es lo que estamos ya avizorando", añade el presidente de la FEBSA.
El dirigente boliviano de una federación que se creó en 2009 con ayuda del padre de Simon Breitfuss, Rainer, cree que su país debe luchar en dos frentes.
"Tenemos dos programas. Una consiste en tener ídolos o superhéroes del deporte, donde Timo y Simon nos ayudan bastante para mostrar a la gente que es posible practicar la nieve en Bolivia", explica.
"El otro es el tema social. Gozamos de una altitud de casi 3.500 metros sobre el nivel del mar y eso nos da un plus para hacer la práctica del esquí de fondo. Eso nos avizora de que podemos tener una buena actuación en próximos Juegos Olímpicos de Invierno", añade.
Sueños bolivianos
Bolivia tiene la nieve y las condiciones naturales, pero le faltan infraestructuras. "Los sueños siempre son posibles. Estamos gozando de una buena bonanza económica, pero los deportes de invierno no son populares y la peor mentira es mentirse a sí mismo. No creo que sea imposible crear infraestructuras, pero sería a largo plazo, no a corto plazo", explica Guevara.
"En el esquí de fondo, podemos desarrollar a los chicos y generar una cultura deportiva de nieve. Lo que queremos no es simplemente llegar a una olimpiada sino generar una cultura dentro de Bolivia de los deportes de invierno", concluye el dirigente. Bolivia se dejó ver en unos Juegos después de más de cinco lustros de ausencia.
La próxima cita la tiene en Pekín-2022. Y el principal objetivo será superar el puesto 32 de Simon Breitfuss, que anunció en Pyeongchang su deseo de estar presente y como plan más cercano entrar los próximos años en el Top-30 del Mundial.
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