22 febrero 2018

El boliviano Breitfuss, una estrella mediática en los Juegos de Invierno



El boliviano Simon Breitfuss se ha convertido en una estrella en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang. Tras su 32º puesto en el eslalon, hoy, el boliviano de origen austríaco, competía con el ganador de la medalla de oro, el sueco Andre Myhrer, en cuanto a número de entrevistas y atención mediática.

Mientras pasaban los Top 10 por la zona de entrevistas, Breitfuss era muy solicitado y se hacía esperar su presencia.

"No sé cuántos medios me han entrevistado. Muchos. Más de diez. Es histórico", dijo en conversación con la agencia AFP, más de media hora después de haber terminado su carrera.

"No sé la razón. Creo que todo el mundo está feliz por Bolivia. Es increíble", añadió el esquiador.

Breitfuss, de 25 años, selló su mejor resultado en los Juegos de Pyeongchang, después de haber sido 47º en Descenso, 45º en Super-G, y 43º en Gigante. En la Combinada alpina fue descalificado.

"En la primera manga estuve mal. Tuve un gran error y no tuve mucha velocidad", afirmó Breitfuss.

"Sin ese error en la primera manga habría estado entre los primeros 30", añadió.

Tras ese primer error y viendo que muchos esquiadores no terminaban, Breitfuss quiso asegurar en la segunda, ya que solo terminaron 43 de los 106 participantes.

"En la segunda manga, antes de empezar ya sabíamos que muchos corredores se estaban cayendo. Por ello tienes un poco en la cabeza tener cuidado y terminar. No vas al máximo. Es mi mejor resultado y estoy feliz", señaló.

El boliviano, que nació y creció en Austria, selló un tiempo total en las dos bajadas de 1 minuto 50 segundos y 43 centésimas, a 11 segundos y 43 centésimas del ganador de la prueba.

Mejor latinoamericano

"He ganado mucha experiencia en muchos aspectos. Ahora ya tengo un plan para el futuro. Tengo que entrenar más para mejorar mi condición física. También algunas cosas en la técnica del esquí", dijo el boliviano.

Breitfuss quiere, el año que viene, estar entre los 30 primeros en las pruebas de la Copa del Mundo y en el Mundial.

"Ese es el siguiente plan, estar entre los 30 primeros del mundo. Me faltan algunas cosas, pero cuando tenga todo, como un paquete, creo que es posible", señaló.

El objetivo en el horizonte son los próximos Juegos Olímpicos en Pekín 2022.

"Claro que pienso en eso. Aunque ahora quiero finalizar la temporada. Y el próximo año está la Copa del Mundo y el Mundial. Y en eso voy a estar concentrado", dijo.

Su padre y entrenador llegó a Corea

Su padre y entrenador, que no pudo estar en los Juegos tras haberse roto unas costillas al caer del tejado de su casa en Austria quitando nieve, llegaba hoy a Corea, una vez que su hijo disputó la última prueba.

"Está en el aeropuerto y en la noche nos vemos. Me ha seguido por televisión. El 28 nos vamos a Japón a la Copa del Este para mejorar los puntos de la clasificación de la Federación Internacional y después nos vamos a Europa para finalizar la temporada", dijo el esquiador.

Breifuss cree que su actuación en Pyengchang puede servir para popularizar un poco el esquí en Bolivia.

"Antes, este deporte era muy popular. Mi actuación es buena para el país y le doy muchas gracias a toda la gente de Bolivia. Tengo mucha ayuda. Ojalá para el futuro podamos preparar un equipo con más corredores", señaló.

El esquiador espera que en un futuro Bolivia pueda contar con una infraestructura de esquí.

"Es difícil pero tenemos posibilidades. Hay mucha nieve en la montaña. Tenemos terrenos. Solo faltan algunas cosas, como algún patrocinador. Es difícil, pero no imposible", dijo.

Breitfuss lucía orgulloso la imagen de un lobo, su apodo, en su gorro.

"Me siento como un lobo. Siempre estoy solo, con mi papá, con mi equipo, con la federación, con el comité olímpico. Es un grupo pequeño pero muy fuerte", concluyó.

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