Cuatro de los marchistas más importantes de Bolivia, encabezados por Angela Castro y Ronal Quispe, quienes estuvieron acompañados por su entrenadora Marta Marín, pidieron ayer el apoyo de la afición paceña para recaudar algo más de 4.800 dólares, suma que necesitan para participar del Challenger de México. Con la aclaración de que la entrenadora estuvo acompañando ayer a los atletas que dieron la conferencia de prensa en el Círculo de Periodistas de La Paz, en el centro de la ciudad. Angela Castro, Ronal Quispe, Marco y Pablo Rodríguez, Odet Huanca, Rodrigo Zeballos y Casandra Nieto, son los atletas que quieren ser parte de esta incursión internacional. De ellos, la única que va con todo pagado, es Castro, quien tiene el mérito de estar entre las 20 mejores marchistas del mundo, razón por la que la organización le paga sus pasajes. El resto no cuenta con los recursos para estar en esta cita internacional, que según explicaron ayer, es la mejor prueba para poder probar el nivel competitivo en el que están. Tanto Quispe como Castro, que fueron quienes hicieron uso de la palabra, dijeron que no están en contra de nadie, “pero quisieramos contar con el apoyo de las autoridades, porque sabemos de que podemos lograr medallas para el país”, dijo en tono elocuente Quispe. El mismo marchista dijo que como saben que nadie les dará su apoyo, por este motivo se atrevieron a pedir a la afición paceña que los pueda apoyar con el aporte a una cuenta corriente en el BCP (20150705177-3-31), que está a nombre de uno de ellos. “Ya no creemos en las promesas de nadie, esperamos la comprensión de la gente que nos pide medallas, pero no sabe cuánto nos cuesta lograrlas”, dijo por su parte Castro. La entrenadora Marín, por su parte, manifestó que lo que sucedió con la falta de pasajes para ir al Challenger de México, “es la gota que rebalsó el vaso, qué más podemos hacer, cuando lo único que hemos pedido son condiciones para poder entrenar”. Marín contó que Marco Rodríguez no pudo estar en la conferencia de prensa porque está delicado emocionalmente, “espero que a partir de ahora, todo cambie”, remarcó.
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