Verla en acción se volvió la consigna inmediata no solo del universo que hace a los fisicoculturistas y expertos en potencia del país vecino, sino también de niños, jóvenes y adultos que fueron asumiendo el mensaje de la llegada de una cochabambina capaz de levantar (y mover) más de 200 kilos.
Ella lo sabe. Any Guzmán, la atleta de la Llajta que el sábado siguiente competirá en el norte argentino en lo que supondrá su segunda participación fuera del país (en julio se presentó en el Sudamericano Trichaco, en Salta), no tiene ninguna intención de ocultar sus sensaciones: está emocionada.
El ser tan esperada la anima muchísimo y hace que la satisfacción personal, la propia, pese más en la balanza que el sacrificio extremo y todo lo que debió resignar por seguir sus sueños.
“Tan solo el hecho de ir a la tele y a los medios de comunicacion, para mí es mucho. Es algo bien satisfactorio. Eso de entrenar y participar...mira, uno a veces se queda sin trabajo ¿No?”.
Será la única mujer cochabambina en la cita. Se medirá en la categoría Damas Promesa 260 y tendrá que cumplir cinco pruebas: super yugo, cilindro, el paseo el granjero, piedras de atlas y carro vasco. Las tres primeras son el “fuerte” de Any. En piedras de atlas, la cosa se complica un poco. “Conseguir la piedra es difícil ¿Sabes? Sé que voy a poder”.
Para competir en el evento, invirtió como mínimo unos 700 bolivianos por mes (desde julio) solo en alimentación. Esto incluye que en los últimos 30 días consumió siete comidas diarias, claras de huevo, proteínas y multivitaminas, entre otras cosas.
Se dedica a la instrucción personal en un gimnasio, aunque ella aspira a “fichar” en uno de calibre significativo. “Quisiera conseguir en el Premier. En lugares buenos”.
De momento, no tiene pensado formar una familia. Proyecta hacerlo en cinco años. “Por ahora no pienso en eso. Realmente, esto del strongman me ha gustado mucho. A esto nomás me voy a enfocar”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario