Una muestra más de la desorganización que primó en los Juegos Bolivarianos es la recientemente concluida prueba bolivariana de ciclismo de pista desarrollada en el velódromo Édgar Cueto, de La Chimba, en Cochabamba.
Mientras el presidente de la Federación Boliviana de Ciclismo, Gualberto Escóbar, sostiene que hubo comunicación oficial para efectuar las pruebas en esta ciudad, la Asociación Cochabambina de Ciclismo señaló siempre lo contrario y se reafirmó en el concepto de que en ningún momento existió confirmación que señale a la capital del valle como sede y al velódromo Édgar Cueto como escenario principal. “Enviamos una comunicación a la asociación cochabambina confirmando la sede, pero cuando llegó la hora no había nadie para organizar las pruebas”, sostuvo Escóbar.
“No hemos recibido ninguna comunicación que nos demuestre un papel que diga lo contrario”, señalaron a su turno Edgar Herrera, presidente de la Asociación Cochabambina de Ciclismo, y Adalid Fuentes, titular de la Asociación Municipal de Ciclismo de Cercado.
Pese a todo
Pero aun así, con criterios tan diversos y contradictorios, las competencias bolivarianas de pista se desarrollaron con éxito, por tres días, en la semana anterior, en el velódromo Edgar Cueto.
Estuvieron ciclistas de Colombia, Venezuela, Ecuador y el anfitrión, Bolivia.
Según el presidente de la federación, de la organización se hizo cargo Cristóbal Bustos, dirigente del ciclismo de Oruro, a quien llamó de emergencia, y no así los anfitriones.“Le dimos plazo a la federación hasta agosto para que nos confirme la prueba de pista de los Bolivarianos, pero nunca lo hicieron, no podíamos organizarla”, dijo Herrera.
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