Entrevista a: Ricardo Monroy
Raquetbolista boliviano
El cruceño Ricardo Monroy, 33 años, se convirtió en el mejor deportista nacional en los XVI Juegos Bolivarianos al colgarse cuatro medallas de oro en singles, dobles, por equipos y combinado. Además, retuvo las coronas conseguidas en Ecuador 2001 y Colombia 2005.
¿Qué significa ser tricampeón Bolivariano?
Es algo muy especial sumar otro lauro en mi carrera deportiva. De ninguna manera quisiera que me comparen con otro atleta, porque las situaciones son muy diferentes. Pero me gustaría que las autoridades den mayor importancia a esta disciplina y a los deportistas bolivianos, porque nos sentimos abandonados. Nos hubiera gustado estar más cómodos y en algún momento dije que se aprovechan de nuestra nobleza, como dice el Chapulín Colorado, porque saben que a nosotros nos gusta y nos apasiona y no importa si existe apoyo o no, siempre nos esforzamos hasta el límite para ser medallistas.
¿Influyó mucho la disputa de los Juegos en casa?
Pese a que el resultado en Colombia 2005 fue abultado a favor de nosotros, influyó mucho estar en casa; además teníamos tranquilidad de haber logrado la medalla de oro y plata en singles. Eso ayudó a ser el mejor en singles y dobles, por equipos y en combinado. Demostré un buen ráquetbol en los Juegos de Sucre.
¿Cuál fue el estilo de juego que impuso?
Controlar a los rivales y ser precisos en los tiros desde todos los lados para lograr los puntos. Además, hay que hacer prevalecer la experiencia internacional. En el ráquet no solamente es pegarle abajo y duro, es mejor controlar la pelota y ayudar a abrir la cancha.
¿A qué se debe la hegemonía en los Bolivarianos?
Demostramos en seis días que el ráquetbol boliviano está en buen nivel. No se puede decir que somos superiores, pero nos hicimos respetar en casa al lograr siete medallas de oro. En lo personal, estoy contento porque jugué ocho singles sin perder y seis en dobles. En dobles perdí solamente un partido y los dos sets.
¿Ricardo Monroy está para muchos años?
Estoy planeando jugar el próximo año en el campeonato mundial de Corea del Sur. Esta corona me anima a seguir entrenando y mejorar el nivel, pero llega un momento en que uno se frustra por no ir a un evento internacional, porque no existen condiciones.
¿Para quién son las preseas?
Para las personas que apoyaron al ráquetbol, a los entrenadores Gonzalo Amaya, Juan Carlos Tapia y al profesor Jorge Araneda. La alegría no es sólo mía, sino para Sucre, los periodistas y toda Bolivia. Eugenio Aduviri, enviado a Sucre
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