“Estuve en muchos eventos deportivos donde imperó la desorganización, pero estos Juegos en Bolivia se llevan la medalla de oro”, dijo un periodista panameño para resumir lo que sucedió en la XVI versión de los Juegos Deportivos Bolivarianos de Sucre 2009.
La frase refleja lo que aconteció en la Capital, donde se mostraron grandes y espectaculares edificaciones, se batieron récords, Bolivia cumplió su mejor participación bolivariana, en cuanto a la obtención de medallas de oro, y se registró una gran asistencia del público. Sin embargo, también se impuso el desorden, la falta de previsión y comunicación en la cita regional que, según los directivos , “debe renovarse” o va en el camino de su extinción.
Uno de los ejemplos de la improvisación se dio en la piscina. Los deportistas compitieron en un ambiente de tierra y frío. Un día antes del inicio de las pruebas de natación, el agua turbia y fría provocó el reclamo de los participantes; en el congresillo técnico el representante venezolano les dijo a sus deportistas que tenían que competir ”sí o sí” y así fue, en medio de observaciones.
“Tuvimos 29 casos de hipotermia en la piscina, donde se nadó a 17 grados centígrados, fue una irresponsabilidad nuestra también al meter un nadador ahí. Las instalaciones no terminadas son un riesgo para la salud”, afirmó Eduardo Álvarez, presidente del Comité Olímpico de Venezuela.
La falta de previsión fue evidente en el equipamiento, que obligó al retraso en las competencias de billar. Las mesas fueron terminadas de armar horas antes del torneo, lo mismo pasó en el tenis de mesa y en tres modalidades del tiro deportivo, cuyas pruebas fueron trasladadas a Lima, Perú, del 1 al 6 de diciembre, porque no habían municiones.
La descoordinación fue evidente en la delegación boliviana, cuyos deportistas recibieron sus viáticos el último día de competencia, cuando algunos ya habían abandonado la concentración.
”El desorden fue tal que no era posible tener un medallero porque no se tenían datos precisos de las subsedes, además en el centro de información era donde menos tenías noticias”, comentó Gerson Franco, de Venezuela.
En la sala de prensa, con 50 computadoras, era difícil tener acceso a la información. Los periodistas estaban obligados a ir a todos los escenarios para tener datos confiables.
Entre lo positivo se destaca la gran asistencia del público a los escenarios deportivos, en particular a los construidos por el Gobierno, el polideportivo, el poligimnasio y la piscina, donde el ingreso fue gratuito para los chuquisaqueños.
En lo deportivo, Bolivia cumplió su mejor participación en los Bolivarianos, desde 1938. Hasta 1977 sumó 15 medallas. Logró 20 medallas de oro y demostró que es potencia en los deportes de la raqueta, el ráquet y el tenis; pero aún quedó lejos de Venezuela y Colombia.
Precisamente para acortar las diferencias, las potencias en el deporte bolivariano propusieron un cambio urgente en el evento. La ministra de deportes de Venezuela, Victoria Mata, sugirió convertir a los Juegos para deportistas sub-20. ´Queremos equilibrar la competitividad, con esa variación las potencias deportivas de la región no absorberían a las que lo son menos´, dijo. Roxana Pomier, enviada a Sucre
Bolivarianos
El futuro
Ciro Solano, presidente del Comité Olímpico de Colombia dijo: “debe existir crecimiento de los países en desventaja, tenemos que tomar medidas para salvar los Juegos”, enfatizó.
Lo que vendrá
La situación se definirá el 12 de febrero de 2010, en Bogotá, donde se elegirá la sede que organizará los Juegos Bolivarianos de 2013.
La frase refleja lo que aconteció en la Capital, donde se mostraron grandes y espectaculares edificaciones, se batieron récords, Bolivia cumplió su mejor participación bolivariana, en cuanto a la obtención de medallas de oro, y se registró una gran asistencia del público. Sin embargo, también se impuso el desorden, la falta de previsión y comunicación en la cita regional que, según los directivos , “debe renovarse” o va en el camino de su extinción.
Uno de los ejemplos de la improvisación se dio en la piscina. Los deportistas compitieron en un ambiente de tierra y frío. Un día antes del inicio de las pruebas de natación, el agua turbia y fría provocó el reclamo de los participantes; en el congresillo técnico el representante venezolano les dijo a sus deportistas que tenían que competir ”sí o sí” y así fue, en medio de observaciones.
“Tuvimos 29 casos de hipotermia en la piscina, donde se nadó a 17 grados centígrados, fue una irresponsabilidad nuestra también al meter un nadador ahí. Las instalaciones no terminadas son un riesgo para la salud”, afirmó Eduardo Álvarez, presidente del Comité Olímpico de Venezuela.
La falta de previsión fue evidente en el equipamiento, que obligó al retraso en las competencias de billar. Las mesas fueron terminadas de armar horas antes del torneo, lo mismo pasó en el tenis de mesa y en tres modalidades del tiro deportivo, cuyas pruebas fueron trasladadas a Lima, Perú, del 1 al 6 de diciembre, porque no habían municiones.
La descoordinación fue evidente en la delegación boliviana, cuyos deportistas recibieron sus viáticos el último día de competencia, cuando algunos ya habían abandonado la concentración.
”El desorden fue tal que no era posible tener un medallero porque no se tenían datos precisos de las subsedes, además en el centro de información era donde menos tenías noticias”, comentó Gerson Franco, de Venezuela.
En la sala de prensa, con 50 computadoras, era difícil tener acceso a la información. Los periodistas estaban obligados a ir a todos los escenarios para tener datos confiables.
Entre lo positivo se destaca la gran asistencia del público a los escenarios deportivos, en particular a los construidos por el Gobierno, el polideportivo, el poligimnasio y la piscina, donde el ingreso fue gratuito para los chuquisaqueños.
En lo deportivo, Bolivia cumplió su mejor participación en los Bolivarianos, desde 1938. Hasta 1977 sumó 15 medallas. Logró 20 medallas de oro y demostró que es potencia en los deportes de la raqueta, el ráquet y el tenis; pero aún quedó lejos de Venezuela y Colombia.
Precisamente para acortar las diferencias, las potencias en el deporte bolivariano propusieron un cambio urgente en el evento. La ministra de deportes de Venezuela, Victoria Mata, sugirió convertir a los Juegos para deportistas sub-20. ´Queremos equilibrar la competitividad, con esa variación las potencias deportivas de la región no absorberían a las que lo son menos´, dijo. Roxana Pomier, enviada a Sucre
Bolivarianos
El futuro
Ciro Solano, presidente del Comité Olímpico de Colombia dijo: “debe existir crecimiento de los países en desventaja, tenemos que tomar medidas para salvar los Juegos”, enfatizó.
Lo que vendrá
La situación se definirá el 12 de febrero de 2010, en Bogotá, donde se elegirá la sede que organizará los Juegos Bolivarianos de 2013.
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