DIFICULTADES La desorganización fue otra de las constantes durante el desarrollo de los Juegos Bolivarianos
Sucre / ABI
Escenarios aún inconclusos, calendarios y horarios cambiando intempestivamente, falta de información oportuna y oficial, problemas en la villa bolivariana, se llevaron también la medalla de oro y subieron al podio en los XVI Juegos Deportivos Bolivarianos Sucre-2009.
Los atletas, periodistas y dirigentes que visitaron la capital constitucional de Bolivia soportaron una serie de inconvenientes que ensombrecieron el desarrollo de los juegos, que estaban llamados a ser los mejores de la historia bolivariana, por los flamantes y modernos escenarios y su equipamiento con la última tecnología deportiva.
"Ha tenido muchos altibajos", señaló a la ABI un experimentado periodista deportivo colombiano, Héctor Julio Chaparro, asiduo cronista de los juegos regionales que ha estado en estas lides en al menos las últimas tres versiones.
Señaló que es inexplicable que conociendo hace 4 años que los juegos debían realizarse en Sucre, se hayan habilitado sobre la hora y como en el caso de la natación y el raquetbol, con obreros en plena faena con los atletas compitiendo.
Reconoció que en eventos tan grandes siempre hay algunos tropiezos, pero como los que constató en Bolivia "nunca".
"Los escenarios son muy bonitos y modernos, pero los exteriores dejan mucho que desear y dan un mal aspecto", argumentó Félix Coronado, un taxista que viajó una y mil veces a los escenarios.
Como no sucedió antes en la historia de los juegos bolivarianos, el medallero final y oficial se conocerá recién en enero porque, para ese mes, se postergó la competencia de tiro deportivo en la modalidad fosa olímpica que no se realizó en Sucre porque el equipamiento no llegó a tiempo.
Deslucido, pero los deportistas y el público respondieron
Comparando a otros juegos bolivarianos este ha sido deslucido, por la desorganización por la desacertada atención a la prensa extranjera", afirmó el fotoperiodista Wálter Challap, un veterano de la cobertura bolivariana desde los Juegos de Barquisimeto en 1981.
No obstante, dijo que los deportistas demostraron una vez más el amor a sus países. "Una vez más el deporte fue víctima de la política", aguijoneó.
Coincidió con Héctor Chaparro y anotó un diez al público chuquisaqueño, que repletó los escenarios deportivos y le dio un brillo especial a los juegos que, no obstante, no fueron suficientes para evitar que la desorganización y la improvisación subieran al podio.
"Merecen una medalla de oro por su participación masiva, fue un lleno total. Inclusive algunos escenarios se quedaron cortos como el del boxeo, eso demuestra que Sucre está en capacidad de hacer muchas cosas más si nos unimos como hermanos, sin pensar en otras cosas y que el deporte solo permite la hermandad y la unidad", remató el venezolano Giorgio Alberti, director Técnico de la ODEBO.
Sucre / ABI
Escenarios aún inconclusos, calendarios y horarios cambiando intempestivamente, falta de información oportuna y oficial, problemas en la villa bolivariana, se llevaron también la medalla de oro y subieron al podio en los XVI Juegos Deportivos Bolivarianos Sucre-2009.
Los atletas, periodistas y dirigentes que visitaron la capital constitucional de Bolivia soportaron una serie de inconvenientes que ensombrecieron el desarrollo de los juegos, que estaban llamados a ser los mejores de la historia bolivariana, por los flamantes y modernos escenarios y su equipamiento con la última tecnología deportiva.
"Ha tenido muchos altibajos", señaló a la ABI un experimentado periodista deportivo colombiano, Héctor Julio Chaparro, asiduo cronista de los juegos regionales que ha estado en estas lides en al menos las últimas tres versiones.
Señaló que es inexplicable que conociendo hace 4 años que los juegos debían realizarse en Sucre, se hayan habilitado sobre la hora y como en el caso de la natación y el raquetbol, con obreros en plena faena con los atletas compitiendo.
Reconoció que en eventos tan grandes siempre hay algunos tropiezos, pero como los que constató en Bolivia "nunca".
"Los escenarios son muy bonitos y modernos, pero los exteriores dejan mucho que desear y dan un mal aspecto", argumentó Félix Coronado, un taxista que viajó una y mil veces a los escenarios.
Como no sucedió antes en la historia de los juegos bolivarianos, el medallero final y oficial se conocerá recién en enero porque, para ese mes, se postergó la competencia de tiro deportivo en la modalidad fosa olímpica que no se realizó en Sucre porque el equipamiento no llegó a tiempo.
Deslucido, pero los deportistas y el público respondieron
Comparando a otros juegos bolivarianos este ha sido deslucido, por la desorganización por la desacertada atención a la prensa extranjera", afirmó el fotoperiodista Wálter Challap, un veterano de la cobertura bolivariana desde los Juegos de Barquisimeto en 1981.
No obstante, dijo que los deportistas demostraron una vez más el amor a sus países. "Una vez más el deporte fue víctima de la política", aguijoneó.
Coincidió con Héctor Chaparro y anotó un diez al público chuquisaqueño, que repletó los escenarios deportivos y le dio un brillo especial a los juegos que, no obstante, no fueron suficientes para evitar que la desorganización y la improvisación subieran al podio.
"Merecen una medalla de oro por su participación masiva, fue un lleno total. Inclusive algunos escenarios se quedaron cortos como el del boxeo, eso demuestra que Sucre está en capacidad de hacer muchas cosas más si nos unimos como hermanos, sin pensar en otras cosas y que el deporte solo permite la hermandad y la unidad", remató el venezolano Giorgio Alberti, director Técnico de la ODEBO.
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