El cadete paceño Gustavo Cumali, de 21 años, se levanta diariamente a las 5:00 y realiza sus entrenamientos físicos en el Colegio Militar del Ejército. Luego de los ejercicios va a sus clases y cursa sus materias hasta el mediodía. A partir de las 14:30, se quita el uniforme para cambiarlo por su indumentaria habitual de gimnasia. Sí, aunque parezca curioso, el cadete también es gimnasta.
Entonces comienza a dar rienda suelta a su verdadera pasión, el aparato de suelo, mismo en el que destaca y con el que intentará dar pelea en los Juegos Panamericanos Lima 2019, en Perú. “Aspiro a tener un buen resultado para clasificar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Es un poco dificil porque el nivel el resto es muy alto. Los otros países se preparan años. Igual voy a dar lo mejor”.
No es casual su gusto imperante por el deporte artístico. El legado viene de su papá Wilfredo, quien también fue gimnasta y se encargó de imprimirle su pasión especial.
Si de su padre recibió la cuota artística, de su abuelo heredó su inclinación hacia el mundo militar. “Solía ir a los aniversarios del Colegio Militar. Me llamaba la atención porque veía la relación entre la gimnasia y el deporte. El tema militar es más fisico”.
De sus compañeros recibe respeto. Lo apoyan en su deseo de trascender como atleta élite. Saben que es el único cadete militar que representará a la institución en la cita panamericana de Lima.
Para completar su preparación rumbo al evento en la Ciudad de los Reyes, Gustavo viajó hoy a la madrugada a la ciudad colombiana de Cúcuta, donde concretará un campamento con gimnatas locales, además de contar con las instrucciones y guía del entrenador del combinado cafetalero.
Intentará asimilar todo, pues, primero, deberá competir en el Sudamericano de Santiago de Chile, que se efectuará pocos días antes de los Panamericanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario