A 25 medallas de oro -que se disputarán el mismo viernes-, Colombia no soltaba la cima del medallero sudamericano, pese a la escalada de Brasil.
Colombia había conquistado ya 84 medallas de oro, 2 más que Brasil, después de haber cosechado en el terreno de Brasil, el atletismo, que suponía el despegue brasileño hasta el campeonato.
Brasil viene de ganar de los Juegos de 2014, celebrados en Chile, cuatro años después de que la emergente Colombia quebrara la hegemonía de Argentina que ha ganado 8 de las anteriores ediciones.
De todas formas el campeón, que saldrá de uno de ambos, Brasil o Colombia, se conocerá horas antes de la ceremonia de clausura de los Juegos que congregaron en Cochabamba a 4.013 deportistas de 14 países y que repartieron 1.222 preseas en 337 eventos jugados en 35 escenarios deportivos.
Colombia y Brasil se templaron en la punta del medallero y dejaron que Venezuela, Argentina y Chile se disputen el bronce a nivel de selecciones.
Venezuela se había anotado 39 de oro, Argentina 37 del mismo metal y Chile 35. Ecuador (24), Perú (19), Paraguay y Uruguay (4), Bolivia (3), Panamá y Surinam (2) y Aruba y Guyana sin cosecha aurífera, cierran las comparaciones de manera casi invariable.
Los Juegos Suramericanos de Bolivia, que hacia las 21h00 locales (24h00 GMT) serán historia, serán transferidos en medio de la ceremonia de clausura a Paraguay, cuya décimo segunda edición organizará en 2022.
Como en el fútbol, cuya corona se llevó Chile, los Juegos de Bolivia no conocerán a su campeón sino cuando suene el pitazo final de la última de las 25 pruebas reservadas para el viernes por la mañana y parte de la tarde.
Se trata de 2 en clavados, 13 en atletismo, 3 en canotaje, una en fútbol de sala, 5 en pelota vasca, en que Bolivia podría certificar el oro, y una en pentatlón moderno.
Como en la ceremonia inaugural, las 40.000 personas que rebasarán el aforo del estadio capitalino escucharán a lo más granado del arte musical y folclórico boliviano.
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