Marco Luque vuelve a la presidencia de la Federación Atlética de Bolivia (FAB), después de dos años, tiempo en el que estuvo al mando Gonzalo Prado, de La Paz. Con esta elección, la FAB vuelve a Cochabamba.
Este fin de semana se llevó adelante el congreso nacional de la FAB en La Paz, donde además de analizar el calendario nacional se realizó la elección del presidente de la institución, Luque obtuvo el apoyo de cinco de las ocho asociaciones.
Luque, que ya tiene una vasta experiencia al mando de la FAB, es consciente que tiene una tarea titánica, porque al frente hay grandes desafíos como los Juegos Odesur 2018.
“Debemos generar una gestión más eficiente, se debe trabajar en el tema de capacitación de entrenadores, que es fundamental para avanzar”, explicó Luque, a tiempo de indicar que “también se debe hacer una reestructuración del calendario”.
Según dijo, la idea es innovar algunos circuitos nacionales tipo Grand Prix. Luque señaló que se debe aprovechar los nuevos escenarios que existen en el país, como el estadio de atletismo en Santa Cruz.
El dirigente cochabambino acotó que su directorio se nutrirá con las ideas de los jóvenes que están terminando su ciclo como atletas, como Miguel Mejía y Álvaro Valenzuela, quienes a futuro podrían dirigir las riendas del atletismo nacional.
Otro desafío por encarar y tal vez uno de los más complicados es lograr que la FAB se acredite al Ministerio de Deportes, para recibir el apoyo económico necesario destinado a la preparación de los atletas y la realización no sólo los eventos nacionales, sino también nternacionales, de los que Bolivia será sede.
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