Los Juegos Panamericanos se disputaron por primera vez de manera oficial en 1951, en la capital de Argentina, Buenos Aires, pero Bolivia tuvo que esperar 16 años para ser parte de este certamen, donde tres atletas fueron los pioneros.
Fernando Inchauste (canotaje), María Azurduy y Jaime Sevillano (atletismo), fueron quienes se presentaron por primera vez a los Juegos Panamericanos, una novedad para Bolivia, tomando en cuenta la dificultad de asistir a esta cita.
Si bien para estos Juegos de Lima se presentaron 49 atletas de manera histórica, demostrando un crecimiento a nivel deportivo; existen similitudes con esa década.
¿Por qué?, al igual que en la actualidad, Bolivia no contó con apoyo en su totalidad a los deportistas. Esta situación fue extrema en este caso, ya que ni el Comité Olímpico Boliviano, como el extinto Comité Nacional de Deportes, pudo cubrir los pasajes de los atletas.
La boliviana Azurduy, destacada en la época como una de las mejores de las pruebas de velocidad y fondo, fue colaborada por el Club Always Ready, la Asociación de Fútbol de La Paz y los dirigentes Mario Marañón y Luis Siles, quienes aportaron desinteresadamente a la atleta.
El club Bolívar también se sumó al apoyo, pero esta vez para Sevillano, quien además recibió dinero del DT Dan Georgiadis. Mientras que el atleta Inchauste viajó con sus propios medios.
Una anécdota de aquel 19 de julio de 1967, fue que los tres deportistas visitaron las oficinas de El Diario para despedirse por medio de una columna que fue publicada al día siguiente.
Desde aquel entonces, para Bolivia participaron más de 250 atletas en 14 versiones hasta ahora, donde se suman 13 medallas en total (1 de oro, 4 de plata y 8 de bronce).
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