Miklos Szabo empezó a nadar por verdadera necesidad. Cuando tenía 7 años, su energía desbordaba en cualquier espacio y sus padres entendieron que era preciso encontrar un canal para su hiperactividad. Ese fue el punto inicial de la historia del adolescente cochabambino, que a punto de cumplir 14 despide el año con siete records nacionales y unas vacaciones en Los Ángeles, California (EEUU).
Una pausa es elemental para bajar la marcha de una gestión llena de logros (más de 30 preseas de oro acumuladas en 2015).
“Era muy inquieto. Agradezco a mis papás por el apoyo que me dan siempre”, expresa el pechista de la categoría Promocional que estudia en el colegio AISB.
Iván, padre y seguidor de las hazañas de Miklos, relata que continuará apostando por el talento de su hijo y lo enviará a entrenar a EEUU. Ya recibió invitaciones para participar en campeonatos internacionales. El objetivo es que Miklos acumule roce competitivo y plasme las cualidades que identifican su esencia: disciplina, responsabilidad y entrega.
Hace algunos días, el pechista ganó 11 medallas de oro, 1 de plata y 2 de bronce, registro que fue esencial para el primer lugar que conquistó la delegación valluna. En la ocasión superó tres records nacionales: 50 metros pecho (35 segundos con 38 centésimas), 400 combinado (5 minutos con 45 segundos y 21 centésimas) y 200 metros espalda (2 minutos con 36 segundos y 40 centésimas). Miklos advierte un 2016 sin concesiones para sus rivales.
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