Su papá insistía en que tenía que practicar un deporte, pero a él no le gustaba ni el fútbol, ni el básquet ni ninguno que implique un contacto físico fuerte, más aún, que haya un balón de por medio. Difícil tarea para don Fernando, quien practicaba atletismo en su infancia y le nació un hijo que no le gustaba tampoco correr.
Como la persistencia lleva de la mano a quien la invoca (la practica) a sus objetivos, don Fernando “dio en el clavo” y ahora su hijo solo espera una invitación para estar en la próxima cita olímpica en Río de Janeiro.
José Fernando Ballivián es un esgrimista, especialista en la modalidad espada, que está ubicado en la 13ª posición de la zona Panamericana, resultado de sus buenas actuaciones a nivel internacional, y la Federación Internacional de Esgrima (FIE) lo tiene en su lista de candidatos para darle una “Wild Card” para los próximos Juegos Olímpicos en tierras brasileñas. A sus 16 años tiene un currículum de un deportista de élite: Tres participaciones en mundiales, dos en mayores (Moscú y Suiza) y uno en menores (El Salvador). Y ahora se prepara para su cuarta competencia: estará en París en el Mundial de Menores en abril.
Un camino que recorre con su familia. "Es gracias al apoyo de mis padres que puedo estar en certámenes internacionales", señaló el esgrimista. No es un secreto que en el país la mayoría de los deportistas tengan que cubrirse sus gastos en caso de salir afuera. Bueno el caso de Ballivián no es la excepción. Es así como debuta en 2010 en el campeonato departamental –quedó en cuarto lugar– y luego en el nacional (2ª posición), compitió en el Sudamericano Infantil de Río de Janeiro. "Ese año (2010) me di cuenta que esto (el esgrima) podía dar frutos", dijo Ballivián, quien se acordó lo que su padre hizo para que llegue a este deporte: "No me gustaba hacer ningún tipo de actividad deportiva, entonces mi papá de tanto buscar me dijo que practique esgrima. Me gustó y ahora compito afuera". Sus entrenamientos los tiene en la tarde de lunes a viernes, se va a practicar al Poligimnasio Santa Rosita a las órdenes del profesor Marcos Peñaranda y Leonor Rivero por las tardes durante tres horas. También se ha codeado con grandes: estuvo en un campamento en Polonia y combatió contra Rubén Limardo, medallista dorado en los JJOO de Londres 2012 en espada individual. "Me enfrenté a él, la técnica se puede practicar en el país, pero falta el roce internacional. Tenemos un nivel bajo", acotó Ballivián. Si no va a estos JJOO ya se trazó el objetivo de ir a los de Tokio en 2020. Y le da, a tan corta edad, es uno de los deportistas élites del país.
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