A las 22:00 un nadador suele estar dormido ya. O ir camino de la cama después de un día extenuante en el que el despertador ha sonado entre las 6:00 y las 7:30 y ha pasado entre cuatro y ocho horas en la piscina. A las 22:00 en Río 2016 empezarán las finales: las medallas se disputarán entre esa hora y la media noche. La italiana Federica Pellegrini colgó en su Instagram pequeños vídeos de sus intentos de tirarse a la piscina a las 22:00.
Su compatriota Gregorio Paltrinieri, campeón del mundo de 1.500, ha hecho una prueba de una semana cambiando todos sus horarios para adaptarlos a Río. "Y no lo voy a volver a hacer hasta que estemos allí porque tirarse siete meses así es un estrés inútil", cuenta el italiano.
La selección inglesa (que a las 18:30 ya ha cenado…) viajará a Río un mes antes y llevará a cabo una aclimatación progresiva para ir acostumbrando el cuerpo poco a poco (con cambios horarios de 15 minutos cada día).
La selección alemana se ha entrenado durante tres semanas con los horarios de los Juegos y ha comprobado que los tiempos de la primera semana eran pésimos y que sus nadadores iban muy lentos por las noches. "El cuerpo está hecho para rendir al mediodía, no por la noche", dice Fred Vergnoux, el entrenador de Mireia Belmonte que en Río quiere nadar seis pruebas. Las semifinales serán, precisamente, en torno a la una.
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