Si bien algunos conocedores locales consideran que el país aún descubre el mundo del béisbol y el softbol, entrenadores japoneses estiman que Bolivia podrá entrar en el ámbito competitivo de la disciplina en tres años. Claro, mediante un proceso de trabajos intensivos y con entrenadores capacitados que guíen a los valores en formación.
La jugadora asiática Yuki Akasaka, quien comenzó a practicar el deporte a los 12 años, explica que es posible seguir los pasos de su país en términos de excelencia. La nación nipona es potencia internacional. Su liga profesional, caracterizada por captar jugadores de Cuba, es segunda en el orden mundial, después de las Grandes Ligas de Estados Unidos.
Akasaka advierte: “Claro que se puede, pero se necesitan personas que conozcan bien la disciplina para que enseñen de cero, desde lo más básico”.
La japonesa llegó el miércoles al departamento junto a 10 colegas universitarios con el fin de capacitar a niños y adolescentes (de 6 a 18 años) en las canchas de la laguna Alalay. Ello fue posible gracias al convenio que sostuvo la Asociación de Béisbol y Softbol de Cochabamba con la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), que además le otorgó material deportivo valorado en aproximadamente 15 mil dólares.
“Trabajando tres años, de manera constante, podremos llegar bien”, dice Akasaka.
Practicar desde edad temprada (al menos 6 años) es una de las claves del éxito, según el grupo de japoneses. Hacerlo con profesionales que enfaticen en la “base” es lo ideal. “Por eso somos exitosos”, asegura la experta.
Kasuya Kosaka, quien también arribó junto al equipo, agrega que lo esencial es nivelar el rendimiento en Sudamérica. Para ello es necesario masificar el deporte mediante la sucesión de partidos y apuntar a los cimientos, es decir, a los más pequeños.
Lograr la conjunción entre el disfrute y lo formativo es el objeto final. “Mi meta es que el más niño practique el béisbol y que se divierta”.
GRATIS Los entrenadores asiáticos arribaron a Cochabamba el miércoles pasado, pero antes estuvieron en Santa Cruz. En estos primeros acercamientos con los alumnos cochabambinos, los extranjeros apuntan a lo más elemental. Esto es, forma de batear, postura, movimientos y elementos varios que hacen al deporte.
Las clases, totalmente basadas en lo empírico, son abiertas al público y no tienen costo alguno. Ivette Mercado, exdirigente de la Asociación del valle y jugadora del equipo Ángeles, relata que haber accedido a la orientación por parte de los japoneses es esencial para el proceso formativo y de propagación del deporte del bate.
VISITA A COLEGIOS Los asiáticos no solo se dan cita en las tardes junto a los que se disponen a aprender, sino que también visitan escuelas con el fin de profesar sus saberes. En horas de la noche, las reuniones son junto a los adultos y entrenadores locales.
ALEGRÍA Y DISPERSIÓN Con ademanes que dieron cuenta de su ánimo alegre y gestos que intentaron comunicar algunas indicaciones del softbol, Akasaka dirigió ayer a un grupo de niñas de 5 a 13 años en la laguna Alalay. Como enseñanza elemental, la japonesa mostró qué postura se debe adoptar para recepcionar en el juego.
Mercado finaliza diciendo: “Tenemos potencial. Solo debemos poner más ganas y tener recursos”.
El elenco de la nación nipona estará aproximadamente tres semanas en la Llajta. Luego se dirigirá hacia Oruro.
Cincuenta niños se suman
Cincuenta niños y adolescentes son parte de los entrenamientos intensivos brindados por los 10 entrenadores del Japón en las canchas de béisbol de la laguna Alalay.
Según explicó ayer Ivette Mercado, jugadora y exdirigente de la Asociación del valle, las citas cuentan con 15 alumnas. El resto corresponde a varones. La entidad cochabambina otorga el equipamiento necesario en los ensayos (bates, pelotas y guantes), por lo que quienes quieran aprender lo más elemental del deporte pueden acercarse al campo de juego. “El que guste puede compartir con nosotros. Tenemos todo”, dijo la softbolista del equipo Ángeles.
La japonesa Yuki Akasaka se quedará un año en Bolivia e irá trasladando sus conocimientos a La Paz y Oruro, entre otros.
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