El Félix Capriles, estadio que por lo general alberga jornadas de fútbol y muchedumbres, tiene una cara amigable, menos ruidosa y plagada de ilusiones. Por las tardes, varios niños y jóvenes, sea un día soleado o con lluvia, le dedican su tiempo y su vida a la práctica del atletismo.
Y es que el considerado deporte base, silencionsamente llega a ser una verdadera pasión y una forma de vida para cientos de personas que lo cultivan. Bajo esa premisa, el entrenador del club Atlético Federico Froebel, Héctor Fernández, dedica parte de su vida a fomentar e incentivar esta costumbre entre niños y jóvenes.
De lunes a viernes, la pista del Capriles ve el esfuerzo, sacrificio y sudor de aquellos que buscan una oportunidad.
Así lo demostraron aquellos destacados atletas medalleros que pasaron por el club como Fadrique Iglesias, Luz Marina Canelas e Ignacio Navarro, entre otros.
El Club, que nació con el nombre de Petrolero, que luego fue Pil Andina, Stop and Go y que ahora es el Froebel, trabaja con algo más de 80 atletas de distintas edades. Más 50 niños y niñas son parte de la escuela (hasta los 13 años), y alrededor de 30, son de la categoría de Alto Rendimiento (de 14 a 24 años).
“Poco a poco surge el talento que tiene cada uno. Los acomodamos a la prueba en la que son más aptos (velocidad, salto, lanzamiento o pruebas combinadas) y con mucho sacrificio sabemos que llegarán a representarnos en las distintas competiciones nacionales”, dice Fernández, amigo de todos.
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