Una de las disciplinas en las que Bolivia puede aspirar a subir al podio en los XI Juegos Suramericanos Cochabamba 2018, es el squash, deporte en el que a poco menos de dos años de haber incursionado en el país, ya cosechó varias preseas internacionales.
Cuatro de esas medallas fueron conquistadas por el cochabambino Sandro Pacheco, quien a sus 12 años, ya logró cuatro preseas suramericanas de bronce desde el 2014.
La carrera deportiva de Sandro comenzó por casualidad, pero desde el inicio llena de éxitos y objetivos altos.
“Mi inicio en el raquetbol es una historia curiosa, porque yo empecé a jugar por una casualidad. Mi hermana entrenaba gimnasia rítmica en el complejo Sarco y como éramos pequeños mi mamá tenía que llevarme con ella y a veces no me dejaba hacer muchas cosas. Vio que existía un complejo de raquetbol al lado, así que me inscribió y desde ahí me empezó a gustar y salí campeón mundial”, contó Sandro.
Con tan sólo 8 años, Sandro ya jugó un campeonato mundial en 2012, en Los Ángeles, California, en la categoría sub 8. En esa primera experiencia Sandro jugó la final, pero se tuvo que conformar con la medalla de plata.
“Desde que empecé mi objetivo era ser campeón mundial, a los ocho años participe en mi primer mundial en el 2012 en Los Ángeles, California, donde fui subcampeón, en la categoría Sub 8. Ahí me quedé con el sabor amargo de haber perdido la final, así que quise una medalla de oro y fui a buscarla, y la conseguí en el 2014, en Cali, Colombia, en la Sub 10”, manifestó Sandro.
El 2014 seguro quedará marcado para el raquetista, no sólo porque ese año conquistó su primer título mundial, sino porque decidió dejar esa disciplina que ya le había regalado títulos internacionales, por una nueva, con un sueño diferente.
El 2014 el squash junto con otras disciplinas postularon para ingresar al circuito olímpico y ser parte de los Juegos Olímpicos Tokio 2020, y con ese sueño olímpico en mente determinó dejar el raquetbol por el squash.
“Cambie de disciplina por alcanzar el sueño olímpico, para regalarle a mi país una medalla de oro olímpica. Aunque por ahora el squash continúa sin ser una disciplina olímpica, no pierdo las esperanzas. Mi objetivo inmediato son los Juegos 2018, evento para el que creo que ya estaré preparado tanto físicamente como psicológicamente”, señaló el raquetista valluno.
Al tratarse de una disciplina que recién incursiona en el país, ésta aún no cuenta con canchas reglamentarias públicas y mucho menos entrenadores especializados en este nuevo deporte.
En 2014 en Cochabamba, bajo la tutela del entrenador de raquetbol Osvaldo Antezana, un grupo de raquetistas empezaron a practicar el squash.
“Osvaldo Antezana fue mi primer profesor de raquetbol, fue él quien me ayudó a llegar al título mundial. Él también se involucró con el squash y empezó a ayudarnos a un grupo en Cochabamba, donde empezamos a entrenar solo viendo videos, entonces no había ni canchas adaptadas”, contó Pacheco.
Pese a esos inconvenientes Sandro Pacheco, junto con la chuquisaqueña Vanessa Ríos, en diciembre de 2014, conquistaron sus primera medallas internacionales en el squash, en Paraguay.
Ambos lograron la medalla de bronce, Pacheco en la categoría Sub 11 y Ríos en la Sub 13.
A la fecha, Pacheco además de esa medalla de bronce, logró otras dos el año pasado en Ecuador y en Argentina. Su cuarta presea de bronce fue conquistada la semana pasada en el Sudamericano Juvenil en Cali, Colombia.
Debido a que no existe apoyo económico de parte de las autoridades, tanto los gastos de los entrenamientos, como su participación en torneos internacionales salen del bolsillo de sus padres, motivo por el que es posible que este año no vuelva a competir a nivel internacional.
“La verdad no sabemos en qué torneos vamos a estar este año, porque ya no podemos continuar con los viajes internacionales por el tema económico, porque hasta ahora todo fue gracias sólo al apoyo de mis padres”, finalizó Pacheco.
DATO
Con gran potencial
Junto con Sandro Pacheco, existen otros raquetistas vallunos con gran potencial con miras a los Juegos, como ser Gabriel Tórrez, Andrea Arnéz, Cristian Roldan. Todos ellos requieren una mejor preparación para conseguir mejores resultados, explica, Elizabeth Pérez, titular de la Federación Boliviana de Squahs.
HOJA DE VIDA
Sandro Joaquín Pacheco Pérez
Lugar de nacimiento: Cochabamba
Fecha: 9 de agosto de 2003
Padres: Elizabeth Pérez y Sandro Pacheco
Hermanos: Natalia (14 años) y Ramiro (5 años)
Colegio: Tito’s Place
Curso: 1ro. de Secundaria
Deportes: Raquetbol, squash y tenis
Hobbie: Leer libros de acción
Logros en el raquetbol: Multiple campeón nacional en diferentes categorías; subtítulo mundial en 2012, en la categoría sub 8; título mundial en 2014, en la categoría sub 10.
Logros en el squash: Medallas de bronce sudamericanas en Paraguay 2014, Ecuador 2015, Argentina 2015 y Colombia 2016.
Medallistas sin canchas
Aunque en Cochabamba están las primeras canchas reglamentarias del squash de Bolivia, éstas no son de uso público, sino que pertenecen al Country Club y se requiere de una fuerte inversión económica para usarlas.
“Lo que nos falta son canchas y aunque tenemos las del Country Club, requerimos mucho dinero para estar en ese club, porque cada mes se invierte entre 300 a 500 dólares para el mantenimiento de las canchas”, aseguró Pacheco.
Entre tanto, los raquetistas continúan entrenando en canchas de raquetbol adecuadas para la práctica del squash, donde se tiene el lineado para ambas disciplinas. “El no tener canchas reglamentarias afecta en los tiros y la profundidad, el bote de la pelota es diferente, los tiros no son exactos. Los bolivianos hacemos punto en contra en los saques y eso es porque no tenemos canchas reglamentarias, porque las de raquetbol son menos anchas que las de squash”, dijo Pacheco, a tiempo de comentar que la diferencia con otros países, por este tema, es alto. “Los otros países tienen mucha ventaja, tienen más control de la pelota, más control en la cancha, porque en el squash no se corre sino se desplaza, al no tener canchas oficiales no podemos practicar estas cualidades”.
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