01 mayo 2018

SUPERÓ LESIONES Y DESAZONES Efraín Mamani tendrá su revancha en los Juegos Sudamericanos


FICHA PERSONAL

Nombre: Efraín

Apellidos: Mamani Bautista

Fecha de nacimiento: 9 de junio de 1993

Edad: 25 años

Padres: Estanislau Mamani Villca y María Paulina Bautista Salazar

Hermana: Rosemary

Ocupación: Egresado de Mecánica Industrial

Quedó muy cerca de ir a los Juegos Deportivos Bolivarianos de Santa Marta (Colombia), en noviembre pasado, pero ahora logró clasificar a los Juegos Sudamericanos, donde irá en busca de revancha. Efraín Mamani es uno de los luchadores chuquisaqueños que estará en Cochabamba.

Haber perdido la oportunidad de competir en las justas bolivarianas no fue una excusa para que Efraín dé un paso al costado, al contrario, fue el impulso para seguir intentando hasta lograrlo.

“La gran motivación fue saber que los Sudamericanos van a ser aquí. Me puse la meta de llegar sí o sí”, recuerda el deportista chuquisaqueño, que nunca se rindió a pesar de estas desazones o fuertes lesiones.

SUS INICIOS

“Es una historia larga”, así comienza Efrain el relato de su trayectoria deportiva, que comenzó cuando estaba en el colegio Victoria Diez y como sucede con otros luchadores, fue impulsado por el entrenador Hugo Ramos.

En ese entonces, Ramos invitó a un grupo de cinco estudiantes, entre los que estaba Efraín, que fue el único que se quedó. “Nos invitó a mí y a cuatro, de los cuales soy el único que quedó”, relata.

Ni bien saltó a la colchoneta y luego de varios entrenamientos, se animó a competir a nivel nacional y un torneo en Sucre, en 2011, fue la ocasión perfecta para debutar. Se enfrentó a deportistas del interior y, pese a su corta experiencia, se quedó con la medalla de plata.

“Vi que la competencia era reñida, me puse a entrenar más, tuve caídas y lesiones, por lo que deje por un tiempo la disciplina que me gustaba”, cuenta Efraín. Volvió hace dos atrás con la firme intención de llegar a los Juegos Sudamericanos.

RUMBO A COCHABAMBA

Obtener un lugar en la selección boliviana no fue fácil para Efraín, pues también tuvo que lidiar con lesiones y derrotas en el camino.

En el primer certamen clasificatorio, disputado a finales de enero en Sucre, se alzó con la medalla dorada pero en el segundo torneo selectivo, también en la Capital pero en marzo, sufrió una lesión.

“En el primer combate me lesioné, pero pude seguir y salí tercero”, comenta Efraín, por lo que tuvo que ir al desempate en el tercer campeonato en Santa Cruz, donde hizo realidad su sueño de inscribir su nombre en los Sudamericanos.

APOYO

El camino para clasificar fue complicado y por la falta de apoyo, el proceso de entrenamiento previo lo es también. “Estoy entrenando el doble de lo que hago”, señala Efraín, al explicar asimismo que la alimentación “es lo primordial” pero que se “alimenta con lo que puede”.

Esto se debe al reducido respaldo que reciben los deportistas. “Necesitamos apoyo para seguir entrenando y no preocuparnos en eso, al contrario preocuparnos más en nuestros entrenamientos y dedicarle más tiempo para poder sacar el nombre de Bolivia en alto”, menciona.

Pese a estas adversidades, Efraín concibe a los Juegos Sudamericanos como una revancha, en la que “dejará todo en la colchoneta” en pos de dar una sorpresa. “Nada está dicho y del que menos piensan, se puede esperar mucho más y para eso nos estamos preparando”, concluye.

Efraín Mamani

Lucha

"Nada está dicho y del que menos piensan, se puede esperar mucho más y para eso nos estamos preparando”.

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