Con la frase “él tiene madera” se dio inicio, literalmente, a la carrera del boliviano Jesús Tiñini como atleta de pentatlón moderno, una disciplina que lo convierte en un deportista que vale por cinco: hipismo, esgrima, natación, tiro deportivo y atletismo (carrera cross country).
Esas palabras de aliento se sumaron a tres regalos: una pistola de aire de 45 milímetros, un traje de esgrima y dos espadas que se las entregó el organizador de los Juegos Panamericanos y Nordeca (Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe) de México en 2014, donde Tiñini obtuvo el decimotercer lugar.
Fue un gran incentivo para el paceño que cumplirá 24 años este 28 de mayo, porque estaba por retirarse del triatlón, disciplina en la que entrenaba desde los 12 años.
“Me explicaron cómo era el pentatlón, ni siquiera lo vi por la televisión, pero me motivó competir con caballos. Un animal que me fascinó desde que vivía en el Colegio Militar (de Irpavi)”, recuerda Tiñini.
Si bien admiraba a los equinos, les tenía miedo. El temor se potenciaba cada vez que conocía a un nuevo animal a 20 minutos de ingresar al picadero de 450m y 18 obstáculos en los torneos.
Ahora entrena con Félix Novo del Centro integral de terapias equinas Mä Wawasaqui Sarañani de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
“Tiene que habituarse a los diferentes temperamentos de los caballos, practica todos los días por dos horas. Para quitarle el miedo tuvo que convivir con ellos, bañarlos, cepillarlos, limpiar su bosta y su establo”, explica Novo.
Tiñini enfrenta al atleta de República Dominicana en el Sudamericano de Pentatlón en Cochabamba 2016. Foto: Jesús Tiñini.
El entrenador con la decana de la facultad María Eugenia Paredes son el apoyo económico para Tiñini, al igual que sus padres y sus 11 hermanos que vitorean por él durante cada competencia.
Pero el principal acicate para hacer pentatlón moderno fue el gran desafío de competir en cinco disciplinas a la vez.
Para el resto solo la práctica son el factor de la mejoría.
“Me invitó la Federación Argentina para entrenar con su equipo antes de los Juegos Sudamericanos (26 de mayo al 8 de junio), pero necesito dinero para los pasajes, hospedaje y viáticos... conseguir un patrocinio es muy complicado”, lamenta Tiñini.
El paceño iba a lograr un pase directo a los Juegos Olímpicos de Río 2016 gracias a su desempeño en el Mundial de México (tercero), pero una lesión en el ligamento cruzado de la rodilla izquierda lo dejó fuera todo el año.
Ahora sueña con una medalla en Cochabamba y acumular puntos en mundiales de Irlanda, México o los Panamericanos de Lima, para llegar a Tokio 2020. Así el exmilitar quiere emular al general George S. Patton, quien fue quinto en Estocolmo 1912, en Suecia, la primera vez que incursionó en la disciplina.
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