Andree Quezada, el “karate kid” cochabambino, ya conoce de logros internacionales a los 16 años. No es menos importante participar en un Campeonato Panamericano de la disciplina y conseguir la medalla de plata (kumite cadete 63 kilogramos), en un evento realizado en Buenos Aires, Argentina.
Y es que esa y otras actuaciones locales y nacionales hicieron que terminara el año en el tercer lugar del ranking mundial, en su categoría, colocando a Bolivia entre los mejores de este deporte de contacto.
Además esa notable actuación hizo que por primera vez en la historia, el país clasificara al Mundial, que se realizó en Santa Cruz de Tenerife, España. En este certamen, más que el resultado, importó que atleta adquiera experiencia, pues se enfrentó con los mejores del mundo.
Entre consagraciones, está que es decacapeón nacional en la modalidad kumite. Esa hegemonía también la mostró en el departamento, con más de 12 títulos.
El camino, y sueño, de Andree comenzó a los cuatro años, por el incentivo de sus padres, quienes también practican esta disciplina hasta la actualidad.
Andree es multideportivo, divide su tiempo entre el karate y el fútbol, otra de sus pasiones. A pesar de haber sufrido una fractura de tibia y peroné, sigue practicando ambas disciplinas.
Andree recibió varios reconocimientos por su esfuerzo. Entre los últimos está el Premio Kanata 2017. Pero quiere ir por más y buscará en 2018 ser uno de los embajadores en citas internacionales.
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