Aumentando otro dolor de cabeza a los organizadores de los XVI Juegos Deportivos Bolivarianos de Sucre, que sufre por los atrasos en la edificación de los escenarios deportivos, ayer los obreros que construyen las piscinas en la zona de El Rollo paralizaron los trabajos exigiendo pagos demorados, por conceptos que no se precisaron.
En la mañana de ayer se rompió la relativa tranquilidad con la que se estaba edificando la obra, pues los trabajadores decidieron parar para ser atendidos y lo lograron, a medias. Directivos del Comité Organizador de los Juegos Bolivarianos (Codebo) y de la Unidad Ejecutora, que es la encargada de entregar los desembolsos del Gobierno central, llegaron al lugar para negociar y evitar más atrasos en el cronograma.
Lo extraño del caso es que la prensa fue retirada por la Unidad Ejecutora, aduciendo que se trataba de información confidencial. “No nos permitieron estar presentes en la reunión”, afirmó Johnny Moscoso, periodista del Correo del Sur de Sucre. A pesar de la conversación, los obreros mantuvieron su postura y al único acuerdo que llegaron fue el de tratar el tema desde las 20:00.
En Codebo, lo único que se sabe es que están reclamando la planilla #3 y que lo más probable es que se trate de salarios, pero no se conoce de cuál mes, cuantos meses de retraso se tiene y tampoco a qué rubro corresponde, es decir albañiles, soldadores o electricistas, entre otros.
Lo cierto es que los 250 trabajadores se unieron y pararon la obra, que consiste en una piscina reglamentaria de 50 metros, una de saltos ornamentales y otra para calentamiento.
El consorcio ECT, que aglutina a 12 empresas constructoras, es el encargado de la edificación junto a Heresi-Klimax (techado), pero el Gobierno nacional es el que debe hacerse cargo de los pagos.
Éste no es el primer problema que tiene la construcción de las piscinas, pues en 2007 no comenzaron los trabajos porque un grupo de fabriles reclamaba los terrenos de la zona El Rollo como suyos. Se llegó a un acuerdo y, tras varios meses de conflictos en el proceso de licitación, en enero de 2008 la empresa orureña Taki se puso manos a la obra, pero después la abandonó.
Según el ecuatoriano Danilo Carrera, miembro del Comité de Seguimiento de la Organización Deportiva Bolivariana (Odebo), todos los escenarios deben tener un plan B, para que no se perjudique el evento en caso de que las obras no se terminen. En el caso de la piscina, Santa Cruz es la alternativa, dijo la autoridad.
En la mañana de ayer se rompió la relativa tranquilidad con la que se estaba edificando la obra, pues los trabajadores decidieron parar para ser atendidos y lo lograron, a medias. Directivos del Comité Organizador de los Juegos Bolivarianos (Codebo) y de la Unidad Ejecutora, que es la encargada de entregar los desembolsos del Gobierno central, llegaron al lugar para negociar y evitar más atrasos en el cronograma.
Lo extraño del caso es que la prensa fue retirada por la Unidad Ejecutora, aduciendo que se trataba de información confidencial. “No nos permitieron estar presentes en la reunión”, afirmó Johnny Moscoso, periodista del Correo del Sur de Sucre. A pesar de la conversación, los obreros mantuvieron su postura y al único acuerdo que llegaron fue el de tratar el tema desde las 20:00.
En Codebo, lo único que se sabe es que están reclamando la planilla #3 y que lo más probable es que se trate de salarios, pero no se conoce de cuál mes, cuantos meses de retraso se tiene y tampoco a qué rubro corresponde, es decir albañiles, soldadores o electricistas, entre otros.
Lo cierto es que los 250 trabajadores se unieron y pararon la obra, que consiste en una piscina reglamentaria de 50 metros, una de saltos ornamentales y otra para calentamiento.
El consorcio ECT, que aglutina a 12 empresas constructoras, es el encargado de la edificación junto a Heresi-Klimax (techado), pero el Gobierno nacional es el que debe hacerse cargo de los pagos.
Éste no es el primer problema que tiene la construcción de las piscinas, pues en 2007 no comenzaron los trabajos porque un grupo de fabriles reclamaba los terrenos de la zona El Rollo como suyos. Se llegó a un acuerdo y, tras varios meses de conflictos en el proceso de licitación, en enero de 2008 la empresa orureña Taki se puso manos a la obra, pero después la abandonó.
Según el ecuatoriano Danilo Carrera, miembro del Comité de Seguimiento de la Organización Deportiva Bolivariana (Odebo), todos los escenarios deben tener un plan B, para que no se perjudique el evento en caso de que las obras no se terminen. En el caso de la piscina, Santa Cruz es la alternativa, dijo la autoridad.
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