Con el entrenamiento matinal, el congresillo técnico y posiblemente la disputa de la primera parte de la competencia, hoy comenzará en La Paz el Campeonato Nacional de Tiro con Escopeta, que tendrá como escenario el polígono del Club de Caza, Pesca y Tiro de La Paz, en Mallasilla. El certamen durará hasta el domingo.
Las asociaciones de Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y Sucre participarán en las modalidades de fosa olímpica, doble fosa y skeet. En las tres se dispara a platos que salen volando a una velocidad de cien metros por segundo, el competidor se ubica a 15 metros sin saber el rumbo que tomará el objetivo y debe intentar destruirlo. Cada plato roto es un punto.
La primera fase de fosa y skeet consta de 75 platos, los 50 restantes son incluidos en la final olímpica a la que llegan los seis mejor ubicados de la etapa inicial.
Como en todas las modalidades del tiro deportivo, ésta tampoco ha quedado al margen del problema que acusa la disciplina por la prohibición impuesta por el Gobierno nacional de importar armas y munición para uso civil, que rige en el país desde el año pasado.
César Menacho, uno de los cultores de esta práctica y quien en 2008 representó a Bolivia en los Juegos Olímpicos de Pekín, señaló que el costo de la munición “está por las nubes”, pues en muchos casos su valor aumentó en un cien por ciento. Contó que el año pasado una caja de 25 cartuchos para escopeta costaba ocho dólares, ahora su precio es de 17 dólares y para una competencia como la que comenzará hoy se necesitan ocho cajas, vale decir, unos 136 dólares.
“Estamos en una situación que preocupa, pues se acercan los Juegos Bolivarianos y nuestro equipo está con este problema que impide tener un buen entrenamiento. A ello también hay que sumar el costo de los platos para la competencia, por eso es que pedimos a las autoridades colaboración”, sostuvo Menacho.
Las asociaciones de Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y Sucre participarán en las modalidades de fosa olímpica, doble fosa y skeet. En las tres se dispara a platos que salen volando a una velocidad de cien metros por segundo, el competidor se ubica a 15 metros sin saber el rumbo que tomará el objetivo y debe intentar destruirlo. Cada plato roto es un punto.
La primera fase de fosa y skeet consta de 75 platos, los 50 restantes son incluidos en la final olímpica a la que llegan los seis mejor ubicados de la etapa inicial.
Como en todas las modalidades del tiro deportivo, ésta tampoco ha quedado al margen del problema que acusa la disciplina por la prohibición impuesta por el Gobierno nacional de importar armas y munición para uso civil, que rige en el país desde el año pasado.
César Menacho, uno de los cultores de esta práctica y quien en 2008 representó a Bolivia en los Juegos Olímpicos de Pekín, señaló que el costo de la munición “está por las nubes”, pues en muchos casos su valor aumentó en un cien por ciento. Contó que el año pasado una caja de 25 cartuchos para escopeta costaba ocho dólares, ahora su precio es de 17 dólares y para una competencia como la que comenzará hoy se necesitan ocho cajas, vale decir, unos 136 dólares.
“Estamos en una situación que preocupa, pues se acercan los Juegos Bolivarianos y nuestro equipo está con este problema que impide tener un buen entrenamiento. A ello también hay que sumar el costo de los platos para la competencia, por eso es que pedimos a las autoridades colaboración”, sostuvo Menacho.
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