Luego de dos años y medio fuera de Bolivia, la nadadora nacional Karen Tórrez decidió quedarse en el país. Piensa en continuar con sus estudios universitarios y también en enseñar todo lo que aprendió en España, donde estuvo en un Centro de Alto Rendimiento (CAR).
Por la mente de la deportista no pasa el dejar la natación, quiere seguir su labor de preparación, por lo que a tiempo de enseñar sus conocimientos también se preparará.
¿En qué trabajará? La bañista valluna será instructora del deporte que practica, para los cual tiene algunas opciones, pero las anunciará una vez que todo se concrete.
"Trabajaré en la piscina, dando clases a los nadadores”, dijo la nadadora que compitió en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y en los que logró ganar su serie de clasificación.
La presidenta de la Federación Boliviana de Natación (Febona), Silvia Crespo, explicó que la deportista no sólo estuvo en Europa preparándose para los Juegos, sino que también hizo algunos cursos y está lista para enseñar.
"Hizo cinco cursos de entrenadora y le falta tres módulos para terminar otros”, destacó la dirigente.
En cuanto a la preparación que comenzará este año, Tórrez manifestó que apunta a llegar en buenas condiciones a los Juegos Sudamericanos de Cochabamba 2018 y ser una de las cartas de triunfo del país.
El sueño olímpico todavía ronda por su cabeza, por lo que también espera ser tomada en cuenta para volver a Europa e intentar lograr la marca mínima para los Juegos de Tokio, Japón 2020.
"Sería importante contar con el apoyo de la empresa privada en el país. Se tendría que gestionar proyectos como los Tunkas”, señaló.
En tanto, la Febona tiene como objetivo el gestionar otra beca para la bañista y otros deportistas que tienen condiciones en la disciplina.
Una vacación competitiva
"Para perseguir los objetivos tuve que dejar a mi familia, amigos y los estudios, pero no fue un sacrificio, valió la pena”, afirmó la nadadora Karen Tórrez, que está dispuesta a repetir el periplo para alcanzar otros logros.
Calificó los dos años y medio lejos de Bolivia como una vacación competitiva, ya que tuvo que trabajar mucho para conseguir sus objetivos.
Tórrez fue la primera, de los 10 representantes nacionales que logró la marca mínima para los Juegos de Río de Janeiro.
"Si vamos a Tokio podemos hablar de llegar a una semifinal o una final, es complicado hablar de una medalla porque 2.000 nadadores buscan esa meta”, remarcó.
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