Una promesa lo llevó a competir en los Juegos Bolivarianos, que se desarrollan en Perú, abandonando el retiro de los certámenes internacionales. Y exhibió toda su habilidad ganando oro, plata y bronce en un certamen que reunió lo mejor de todas las disciplinas a nivel sudamericano. Sin embargo, lejos de la alegría, Rudolf Knijnenburg sabe y entiende la falta de apoyo que vive todo el deporte nacional.
¿Cómo viviste esta participación en los bolivarianos?
R.K.: Fue muy desorganizado, como lo son todos los Juegos Bolivarianos. Lamentablemente, es algo que sucede a menudo, por lo que tuvimos que acostumbrarnos a una realidad que se vive en cada certamen de este tipo. Por el resto lo mismo de siempre, aclaro que estoy muy contento por mi rendimiento en las cinco modalidades que participé. Pero en equipo, siento que pudimos haber obtenido oro, una lástima que no se pudo. Mientras que en cuanto a mi desempeño, contento porque pude igualar la marca bolivariana en las preliminares de pistola libre (562 puntos) y también lo hice en pistola automática. Pero solo fue por una promesa que le hice a Óscar Subirana.
¿No te entusiasma esta victoria para volver a la actividad?
r.k.: La verdad es que no. Tenía que cumplir con la promesa a Óscar Subirana y lo hice. Pero lamentablemente estos Bolivarianos lo único que hicieron fue recordarme por qué me retire de la competencia.
Un ejemplo fue que nos dieron 90 dólares para subsistir durante 10 días en Perú. Lo cual es imposible. Nos daban una vianda de desayuno con una botella de agua, un energizante, pan, una galleta y una fruta a elección. Por favor, somos atletas, tenemos que estar bien alimentados porque hacemos un gran desgaste en cada competencia. Lamentablemente cada suplemento vitamínico que ingeríamos era de nuestro bolsillo. Por lo que fue una situación traumátical, porque realmente muchos de los deportistas estaban a la deriva, literalmente hablando.
¿A qué te referís?
R.k.: Las autoridades se desentendieron, nos abandonaron a varias delegaciones. Le dieron su boleto, su viático y las dejaron solas. Por lo que ya se imaginará que clase de alimentación habrán tenido al no tener control o algo establecido. Por eso fue el bajo rendimiento en varias disciplinas en las que Bolivia podría haber destacado. Pero no lo hizo porque las delegaciones no tenían una autoridad presente. Entonces esto además muestra las falencias en la organización de las autoridades nacionales. Realmente no muestran aprecio por los deportistas y tampoco muestran aprecio por el esfuerzo que se hace para asistir a un certamen de este tipo. Es un gran sacrificio, porque nada de lo que se obtiene es gratis.
¿Qué tipo de sacrificios tuviste que hacer?
R.K.: Participé de cinco eventos, por lo que el gasto en municiones fue muy alto. En total tuve que desembolsar 600 dólares de mi bolsillo que creo que nunca me los van a devolver. Por lo que al final termina uno haciendo gastos. Y esa es una condición que el deportista boliviano, en general, siempre tiene que atravesar. Lamentablemente es así y es por eso que tantos deportistas de renombre abandonan sus carreras. Pese a tener un gran talento, pero sin apoyo, es imposible conseguirlo.
¿Qué piensas de Cristian Morales?
R.K.: Ahí tiene a un gran ejemplo de lo que le digo. Cristian tiene un potencial enorme. Sin embargo, gana el oro (Carabina Aire 10 m) y lo primero que hace es quejarse de la falta de apoyo y anunciar que de seguir así no seguirá compitiendo. Y es lógico lo que atraviesa, es un chico que de repente tiene que racionar su comida. Sin poder alimentarse como un atleta debe hacerlo. El caso de él afecta mucho al deporte, reitero: es un chico con un gran talento y de seguir así perderemos a una futura figura del deporte.
La preparación tampoco fue buena, se vio en varios deportes. ¿Vos lo viviste así?
R.K.: Totalmente, en teoría tenemos un Complejo de Alto Rendimiento en Sucre. Pregúntale a cualquiera de los deportistas que fueron a Perú si entrenaron si quiera un solo día ahí. Es realmente vergonzoso. Hay funcionarios que cobran un sueldo como empleado del Centro de Alto Rendimiento, y esa infraestructura no solo no está terminada, sino que también está cerrada. Entonces muy sencillo, en vez de gastar dinero en funcionarios que no hacen su trabajo, que esa cantidad la inviertan para que los deportistas puedan tener una buena alimentación en los campeonatos a los que asistan. Y también en la preparación que tengan.
¿Vas a continuar su carrera de dirigente?
R.k.: Me gusta ayudar y solucionar los inconvenientes que atraviesa el tiro. No creo que sea una carrera. Por lo pronto trato de entrenar a otros atletas como Diego Cossío y Cristiane Zurita, ambos son muy buenos representantes y ya suman buenas tareas en el exterior. Por mi parte solo espero ayudar al deporte nacional de cualquier manera, para que nadie pase las privaciones que se sufren actualmente.
'Estábamos a la deriva, las autoridades ni fueron a los Juegos Bolivarianos. No tuvimos ningún apoyo'.
Volvió a demostrar por qué es un grande
Rudolf Knijnenburg tuvo una gran tarea en los Bolivarianos de Perú. No solo conquistó la medalla de oro en pistola libre. Sino que además fue medalla de plata en pistola automática. Incluso obtuvo presea de bronce en la clasificación por equipos.Rudolf exhibió un gran nivel demostrando por qué fue y sigue siendo de los mejores de la disciplina en Sudamérica.
Rudolf Knijnenburg
Atleta de Tiro Deportivo
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