En una fecha como la de hoy —era el sábado 15 de octubre de 1977— fueron inaugurados los Octavos Juegos Deportivos Bolivarianos en La Paz, los primeros que se llevaron a cabo en Bolivia.
Esto ocurría casi 40 años después de la creación de esa competencia, y le ofrecía a los residentes en la urbe paceña la posibilidad de olvidar durante dos semanas el fútbol (después de la ingrata liguilla de Cali y mientras la selección se preparaba para dos partidos ante Hungría por las eliminatorias rumbo al Mundial de Argentina 1978) y conocer o recobrar lo mejor de otras disciplinas deportivas.
Un estadio casi nuevo, el Hernando Siles, después de una larga remodelación (que le daba capacidad para unas 45 mil personas en sus dos bandejas); varios escenarios inéditos (el velódromo de Alto Irpavi, el polígono de tiro); y por supuesto, la presencia de figuras de países del área, encabezados por los dos grandes que iban a ratificar su poderío: Venezuela y Colombia.
Fue un acontecimiento nunca visto —una película incesante de torneos y resultados durante 14 días— y una prueba de fuego para las siempre pequeñas redacciones deportivas que hicieron el esfuerzo para intentar reflejar el evento.
Los cronistas de prensa y radio (porque hubo varias transmisiones desde los diferentes escenarios) perdieron la noción de los horarios, corriendo de un lugar a otro, saltando de una disciplina que podían conocer bien —el básquetbol, el fútbol, el voleibol— a otras cargadas de dificultades (la esgrima, la natación, el mismo atletismo que anticipó algo de lo que nos deslumbraría, un año después, cuando el estadio de Miraflores fue el centro del Campeonato Sudamericano).
La ilusión de ver triunfar a los representantes nacionales (Bolivia inscribió como dueña de casa una frondosa delegación) se topó con la cruda realidad que solamente conocíamos de oídas: y si bien el equipo anfitrión logró 71 medallas —15 de oro, 20 de plata y 36 de bronce— volvió a ocupar el quinto lugar detrás de los candidatos infalibles (venezolanos y colombianos fueron los que más medallas se colgaron), además de Perú y Ecuador.
Con el paso del tiempo, Bolivia volvería a acoger los Juegos Bolivarianos: en Cochabamba y Santa Cruz, en 1993); y en la capital Sucre, en 2009.Pero nada sería igual que aquella primera experiencia que hoy evocamos
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